CASTELLÓ. La posibilidad de que los chiringuitos de Castelló abran sus puertas en junio se complica cada vez más. El actual enredo con las administraciones amenaza con retrasar la apertura hasta julio, repitiéndose la situación vivida el año pasado, cuando los empresarios tuvieron que esperar a bien entrado el verano con vistas a iniciar su actividad en las playas del Gurugú y Pinar. Como entonces, ahora la pelota sobre qué institución debe asumir la iniciativa salta de un tejado a otro.
El Servicio Provincial de Costas, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, tiene que resolver en última instancia. Sin embargo, para tomar una decisión resulta imperativo que primero la Conselleria de Política Territorial, por un lado; y la de Agricultura, Desarrollo Rural y Emergencia Climática, por otro, emitan los correspondientes informes a través de sus direcciones generales de Costas y Vida Silvestre, respectivamente. Esos documentos deben redactarse a partir de una solicitud formal del Ayuntamiento de la capital de la Plana, una petición que no consta "oficialmente", según fuentes del departamento de Mireia Mollá.
Tampoco existe un requerimiento de informe por parte del Ministerio para que los técnicos de Medio Ambiente realicen una evaluación in situ sobre la nidificación del chorlitejo patinegro, añaden las mismas fuentes. Del mismo modo, desde la administración que dirige Arcadi España se subraya que, por el momento, no se ha remitido valoración alguna sobre la interpretación de la norma respecto a la actividad de ocio en los arenales.
En este sentido, dicha valoración (no vinculante) siempre irá en la línea de lo expresado en 2021, esto es, que habrá que ceñirse a lo que indica el Plan de Acción Territorial de Infraestructura Verde del Litoral de la Comunitat Valenciana (Pativel). Y lo que dice la herramienta de acción sectorial es que las dos playas en cuestión están protegidas como urbanas con restricciones (U2), lo que significa que la autorización para los chiringuitos se limita al intervalo que va del 1 de julio al 30 de septiembre.
El embrollo burocrático, a las puertas de mayo, deja muy en el aire las previsiones de los empresarios de los cuatro merenderos. De hecho, las mismas fuentes de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural y Emergencia Climática advierten que, por el propio periodo de cría de la diminuta ave, una especie protegida, el posible permiso nunca se dará antes del 15 de junio, en el mejor de los casos.
El contrato de explotación de los chiringuitos garantiza a Dharma, La Playa y Atlanta repetir este año en el Gurugú y Pinar al ejecutarse la prórroga. La gestión del cuarto establecimiento se encuentra en la actualidad en proceso de licitación con dos concurrentes, Amparo Alcover y Reggae Chiringuitos.