Demasiado ruido para el candidato: los tránsfugas apagan el foco para que no desgaste a Mazón

ALICANTE. Respiro en el seno del PP. La renuncia de los dos tránsfugas de Ciudadanos, Julia Parra y Javier Gutiérrez, a las delegaciones que mantenían en el equipo de gobierno de la Diputación de Alicante genera alivio a todo el ruido mediático que se había generado a la institución provincial. Desde que saltaran las renuncias de ambos diputados, la semana pasada, el debate había saltado a la esfera autonómica, algo que no convenía, a priori, a Carlos Mazón, a dos meses del 28M, pese a que el candidato del PPCV mantenía su propio discurso: el sanchismo se había hecho con Ciudadanos. Pero desde entonces, la formación naranja también había logrado colocar su mensaje: "transfuguismo sinónimo de corrupción política".

La salida de la crisis no sólo se ha saldado con la renuncia de los competencias de los dos ex diputados naranjas, sino con la destitución de sus 9 asesores. No queda grupo Ciudadanos en la Diputación de Alicante, no hay asesores. Esa es la conclusión a la que han llegado Mazón y sus compañeros de gobierno hasta este lunes.

Pero más allá del intercambio de golpes discursivos, había otra amenaza que podía prolongarse si se mantenía en status squo -diputados no adscritos con competencias- en su totalidad, o parcialmente. El PSPV y Compromís -los dos grupos de la oposición- habían solicitado un pleno extraordinario para debate la nueva realidad de la Diputación de Alicante, algo que pondría, a buen seguro, el foco en la institución. Y el objetivo no era otro que desgastar la figura de Carlos Mazón. PSPV y Compromís desde dentro; Ciudadanos, desde fuera, con una conjunción de ideas-base: tránsfugas, corrupción y zaplanismo, verbalizadas por portavoces de las tres formaciones en lugares distintos.

Y por mucho que el PP mantenga su respuesta discursiva -Ciudadanos se ha aliado con el sanchismo-, la verdad es que la salida de los dos ex de Ciudadanos había generado la atención de medios de comunicación que no suelen seguir la actualidad de la Diputación de Alicante, acostumbrada a vivir en un segundo plano, solo cuando el presidente hace anuncios de calado; el PSPV se manifiesta con sus alcaldes por la no participación del PP en el Fondo de Cooperación Municipal o Compromís presenta alguna iniciativa judicial. Tampoco es lo mismo que el presidente de la institución sea un presidente más, a que sea el candidato del PPCV a la Presidència de la Generalitat.

Por el momento, mañana habrá menos foco sobre la Diputación de Alicante, aunque los tránsfugas, ya fuera del Gobierno, apoyen al gobierno. También es posible que decaiga la iniciativa del pleno extraordinario solicitado por la oposición. Pero a cualquier intento de conexión, volverá el soniquete: Ciudadanos sanchismo versus tránsfugas corrupción.

Mantener a los asesores de Cs era una operación de riesgo. Quizás no para el presidente de la Diputación, pero sí para el candidato del PPCV. Permanecer un día más en sus puestos era una opción para que los grupos de la oposición cumplieran su amenaza de llevarlo al juzgado. Por eso, un asesor cesó el mismo viernes, el ligado al área de Infraestructuras (la que llevaba Javier Gutiérrez); mientras que el cese del resto se ha hecho efectivo este lunes (martes), con escasas horas de diferencia para evitar situaciones judiciales indeseables.

¿Qué puede haber detrás de la renuncia de Parra y Gutiérrez?

La renuncia de Julia Parra y de Javier Gutiérrez destensa la actualidad de la Diputación y se produce cuando los dos ex liberales han presentado sus proyectos estrella: la ex titular de Cultura la exposición de los Guerreros de Xian; el ex titular de Infraestructuras, el proyecto del Centro de Congresos de Alicante.

Ahora bien, también su salida sirva para despejar operaciones pendientes, como la del Ayuntamiento Sant Joan d'Alacant, donde Julia Parra es concejala y el alcalde es de Ciudadanos. Y lo normal es que en los próximos días, el primer edil de Cs, Santi Román, anuncie ya su baja del partido para encabezar la lista del PP. Operación que sólo falta ejecutarse y presentarse en público, algo que podría pasar en los próximos días.

La operación también tiene sus riesgos dialécticos: el PP puede verse apoyando a un alcalde no adscrito; es decir, también un tránsfuga, pese a que los populares aleguen que algo parecido pasó un ex primer edil en Novelda, hace ahora cuatro años. Pero no es lo mismo Sant Joan que la Diputación; como no es lo mismo Santi Román como el candidato del PPCV. Habrá ruido, pues para eso estamos en precampaña electoral, pero no de tanta intensidad.

Pero la salida de Parra y Gutiérrez aclara su futuro más inmediato, y el de sus círculos de influencia. Es posible que muchos de ellos y de sus asesores los veamos en las listas del PP la primera semana de abril cuando se abre el plazo para presentarlas.