El drama de los incendios parece más dramático cuando nos toca de cerca… como todo en la vida. Desde Viver escribo este artículo con un escenario dantesco que ha arrasado el fuego. Un escenario que va más allá de la belleza de los paisajes. Y es que detrás y dentro de estos paisajes conviven personas, negocios familiares, oficios , animales salvajes, ganadería… En definitiva, todo un ecosistema que mantiene vivo el Alto Palancia y que ha perdido años y años de vida.
Ver las imágenes de tu entorno y oler ese aroma a chamuscado tras uno de esos incendios devastadores es tremendamente doloroso. Conocer a los vecinos de Viver, Bejís, Teresa o Torás cuyas casas y propiedades están dañadas por el fuego hace sentir una catástrofe de esta envergadura mayor si cabe. Y es lo que está ocurriendo en mi entorno de veraneo.
Desde que nací veraneo en Viver, cada verano ( a veces más extensos y a veces menos) hemos pasado las vacaciones familiares en uno de esos pueblos maravillosos de la Comunitat Valenciana que durante el invierno se reduce a la mínima expresión y que en festivos y vacaciones se llena de “veraneantes”. Tan bonito es en invierno como en verano.
Desde bien joven hemos recorrido todos los pueblos y aldeas cercanas a Viver con la excusa de seguir sus fiestas. Nos hemos bañado en el río de Bejís y Teresa pasando por Torás, Caudiel, Altura, Novaliches y así un largo etcétera de municipios que son parte de nuestra vida. Quienes merodean el Alto Palancia saben y entenderán a qué me refiero.
Hoy todavía no imagino cómo habrán quedado esos paisajes maravilloso que sólo los municipios impregnados de la naturaleza de los ríos consiguen .Unos paisajes que tardarán años en recuperarse y que tardaremos en poder revolver a disfrutar.
Pero no pretendo quedarme solo en la superficie y en la maravilla de los paisajes.
Estos paisajes albergan hectáreas de campos y terreno que producen y cultivan la gente local y que son su medio de vida. Dentro de estos paisajes viven animales que han desaparecido y que dejan desierta una zona con gran valor en ganadería y en agricultura. Inmersos en estos paisajes está el hogar de muchas personas que viven en estos municipios todo el año y que no los disfrutan como “segunda residencia”.
Personas que aún no saben los desperfectos con los que cuentan sus hogares porque desde que fueron desalojados no han podido volver. Personas que han recibido la asistencia de entidades como Cruz Roja.
Y es que Cruz Roja se ocupa de las personas en este tipo de situaciones de emergencia. Todo un referente que cuenta con un equipo especializados para atención en emergencias compuesto por personal técnico y de voluntariado. Un personal que está a disposición de Emergencias (112) que es quien los activa a los equipos especializados según el tipo de emergencia.
En este caso se han se han desplazado equipos especializados en montar albergues de forma preventiva en las zonas cercanas a la catástrofe para esas personas que están desalojadas por la proximidad del fuego. Estos albergues se instalan en los espacios que ceden los ayuntamientos, espacios públicos donde actúa Cruz Roja.
Esta semana que ahora termina Cruz Roja Comunitat Valenciana han instalado 7 albergues debido a los incendios en Alicante y Castellón. Un total 1569 plazas disponibles de las que se han completados 631.
Se generan más plazas de las que se ocupan pues muchas personas optan por casas de familiares y amigos antes que quedarse en albergues. Hay muchas personas que se quedan en otras casas y acuden para recoger material básico, un kit de higiene donde tienen aseo personal, toalla, sábana, etc. en definitiva, material básico para pasar los días más duros. Por otro lado viene la asistencia psicológica que se necesita por el impacto psicológico y el miedo de haber vivido un incendio de esta magnitud.
En esta línea trabaja Cruz Roja. En una emergencia de estas características hay muchos agentes interviniendo, y Cruz Roja moviliza a personas voluntarias desde el enfoque de la solidaridad entendida de forma organizada por una organización profesional con personas formadas.
En Alcublas , por ejemplo, nos cuentan desde Cruz Roja Comunitat Valenciana que ha habido 10 personas alojadas, 7 hombres y 3 mujeres… Se han quedado en el albergue instalado cerca de Sacañet para no alejarse de sus animales o viviendas y poder volver lo antes posible . En este albergue había perfiles de todo tipo, desde las panaderos del pueblo muy preocupados por sus animales y que no se separaban de sus animales domésticos hasta dos campistas, uno británico y una chica suiza que estaban de vacaciones disfrutando de la naturaleza y que estaban alucinados y agradecidos por la ayuda recibida.
Y es que es admirable el trabajo de todo el personal implicado en la extinción de los incendios, desde personal de asistencia hasta bomberos, forestales, Unidad Militar de Emergencias, etc. Un drama y una tragedia allá donde se produzca. Yo hago referencia al incendio del Alto Palancia por cercanía y proximidad pero el dolor es compartido con cualquier incendio independientemente de donde se produzca. Esta semana tan doloroso ha sido ver las imágenes que afectan al Alto Palancia como al Vall d´Ebo, La Calderona, etc.
No olvidemos que existe un histórico y una responsabilidad detrás de cada uno de los incendios. Ahora no es el momento de buscar culpables pero tampoco dejar pasar qué responsabilidades hay detrás de ellos porque estos incendios no son gratuitos. Si bien no son intencionados , según recuerda CERAI , son incendios que se podrían evitar.
La semana que viene... más!