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CHIPS EN EL BELVEDERE / OPINIÓN

Diez ideas para diversificar nuestro tejido productivo

Foto: María José López/ EP
24/11/2022 - 

El Índice de Complejidad Económica (ECI) que elabora el Growth Lab de la Universidad de Harvard sitúa a España en el puesto 32 del mundo, ocho puestos peor que una década antes y por debajo de la posición que le correspondería por nivel de renta. Su receta para nuestro país consiste en incrementar la diversificación del tejido empresarial utilizando el conocimiento existente, el que se genera en los centros de investigación. Sin una reacción inmediata, sus proyecciones para 2029 prevén un crecimiento en España del 2,8% anual del ECI durante la próxima década, lo que nos dejaría en la mitad inferior de los países a nivel mundial.

En la Cátedra Ciencia y Sociedad de la Fundación Rafael del Pino hemos analizado estos dos últimos años 20 ámbitos en los que se están produciendo transformaciones científicas tecnológicas que animan a pensar que va a suceder algo a medio plazo. Son áreas de actividad que no presentan todavía grandes barreras de entrada (quién hubiera podido presentar en la primera ronda de financiación de Google, ¿verdad?), y en las que España todavía puede ver a inversores y empresas tomando posiciones de liderazgo global.

Lo interesante es que en la selección de esas tecnologías emergentes han participado 11 de los principales científicos del país, seis de ellos Premios Nacionales de Investigación, y tres directivos de primer nivel en empresas multinacionales: María José Alonso, Pablo Artal, María Blasco, Lina Gálvez, Laura Lechuga, Nuria Oliver, Manuel de León, Susana Marcos, María Ángeles Nieto, Andrés Pedreño, Héctor Perea, Emma Fernández, Javier Ventura-Traveset y Fernando Temprano. Ellos han marcado la dirección.

Las Diez Tecnologías para Impulsar España recogidas en el informe INTEC 2022 llegan, por consiguiente, con el ánimo de aportar a ese necesario debate sobre el proceso de diversificación del tejido productivo.

Incluyen, en primer lugar, los “Sistemas para la detección de bacterias resistentes”. Se necesitan investigaciones e inversiones adicionales para mejorar las pruebas de diagnóstico. Tener información sobre la resistencia en el momento en que el paciente recibe tratamiento por primera vez ayuda a orientar el uso de antibióticos de amplio espectro y evita su uso innecesario.

La siguiente tendencia tiene que ver con las “Terapias teragnósticas”, que combinan las actividades de diagnóstico y detección, por un lado, y de tratamiento, por otro, para abordar enfermedades tan graves como el cáncer. Hoy en día se ven ralentizadas por la escasez internacional de equipos de profesionales médicos y sistemas asequibles, además de los problemas regulatorios.

En el caso del “Metaverso” tecnológico, que se está construyendo sobre el nuevo paradigma de la Web3, puede impactar en sectores como el ocio, las redes sociales, las finanzas, el inmobiliario o la formación. Un elevado porcentaje de las startup presentes en el Web Summit 2022 de Lisboa navegaban estos nuevos mares. Conecta con otros ámbitos prometedores de la revolución tecnológica como el gemelo virtual o las monedas digitales, y con sistemas de gestión descentralizada de información como el blockchain.

Foto: Hospital La Luz/ Archivo

La “Robótica blanda y colaborativa” es otra de las grandes tendencias a las que España se puede subir. La nueva robótica colaborativa está concebida en muchos casos a escala nano y orquestada cada vez más en soluciones de internet of robotic things (IORT), con inspiraciones biológicas. Y uno de los desafíos tecnológicos para la robótica en general, y para la robótica blanda en particular, en ámbitos como la salud, el industrial o el de servicios es la capacidad de manipular objetos deformables.

Se propone también impulsar las “Matemáticas para un mundo sostenible”. Desde el internet de las cosas a la movilidad inteligente, desde la agricultura hasta la industria, desde el retail al turismo, una parte sustancial de los esfuerzos de digitalización van en la línea de aprovechar las oportunidades tecnológicas de forma medioambientalmente sostenible, sin comprometer por ello la viabilidad económica y el déficit público. De ahí la importancia de implicar a las matemáticas en el modelado prospectivo de las decisiones políticas y empresariales relacionadas con la sostenibilidad.

La “Captura y valorización del CO2” debe impulsar, de igual forma, su mineralización y transformación en otros compuestos de más valor añadido como nuevos plásticos, combustibles o material de construcción. La financiación disponible en todas las fases de desarrollo aún es inadecuada o no está suficientemente enfocada.

Resolver el reto de la alimentación mundial sin comprometer la sostenibilidad obligará a intensificar la innovación en el ámbito de los “Fertilizantes inteligentes”. La energía innovadora debe orientarse a consolidar a esa nueva generación de nutrientes como una alternativa real y atractiva, para lo cual debe resolver las dificultades tecnológicas que aún complican la liberación exacta de la cantidad que requieren las necesidades puntuales de cada cultivo, la reducción la diferencia de coste por unidad de nitrógeno en comparación con los fertilizantes convencionales o el riesgo de acumulación de residuos de materiales sintéticos en el suelo.

La sustitución de materias primas escasas o de acceso complejo por motivos geoestratégicos, implicadas en la producción de los componentes de la economía digital y electrificada, representa uno de los grandes desafíos científico-tecnológicos de la actualidad. La búsqueda de esos “Elementos críticos” es por ello otra de las tendencias tecnológicas clave.

El impacto de la “Movilidad inteligente” va más allá de la electrificación y conectividad de vehículos. con un grado creciente de autonomía, y el desarrollo de toda una industria de nuevos servicios asociada a ello. Alcanza otros ámbitos más próximos a la cohesión social como los relacionados con un urbanismo que combate la desigualdad y democratiza el acceso a servicios básicos en las grandes ciudades y en los entornos rurales.

Por último, el “Turismo de las cosas” debe propiciar una industria hotelera 4.0 que aplique inteligencia a los sistemas físicos y fomente la automatización de un número creciente de procesos de relación con los usuarios finales. El objetivo es dejar atrás el turismo de masas y ofrecer experiencias a medida en paralelo con la transición hacia una experiencia viajera cada vez más sostenible.

 

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