CASTELLÓ. Diversos ayuntamientos de la provincia ultiman la puesta en marca de las diez primeras guarderías o Unidades de Conciliación Familiar que la Diputación de Castellón financia como parte de su programa #Repoblem, con el fin de revertir la despoblación del interior de la provincia. La primera de estas unidades en prestar servicio ha sido la de Canet Lo Roig, mientras que las otras nueve -Catí, Cortes de Arenoso, Olocau del Rey, Suera, Montanejos, Ares del Maestrat, Ribesalbes, Montán y Villahermosa del Río- ultiman su próxima apertura con previsión de estar todas en funcionamiento durante el mes de mayo.
La diputada provincial de Acción Social, Elena Vicente Ruiz, ha explicado que “el trabajo real contra la despoblación es escuchar las necesidades de estos pueblos y poner a su disposición recursos que ayuden a solucionarlos, dado que la falta de oportunidades para conciliar la vida laboral y familiar muchas veces ha provocado que familias hayan decidido abandonar el mundo rural para habitar en el urbano donde sí existen esos recursos". Con ello desde la Diputación quiere poner "ya en marcha" las primeras guarderías de una red que pretende ampliarse a todos los pueblos donde haya un niño y una familia que quiera apostar por seguir viviendo en el pueblo.
Dicha iniciativa se suma a otros servicios activos contra la despoblación como son les Escoles Matineres, las Unidades de Respiro Familiar, el Transporte Rural con Fines Médicos o las ayudas directas a la natalidad. "Todos ellos servicios que revierten en más oportunidades en los pueblos y que suman argumentos para que las familias permanezcan en ellos", afirma la institución en un comunicado.
Para hacer posible esta Red Provincial de Guarderías en los pueblos de menos de 1.500 habitantes, la Diputación articula el servicio con una fórmula muy similar a las Unidades de Respiro Familiar, un servicio al que destinará 263.150 euros para su mantenimiento desde abril a diciembre de este año. La Diputación sufraga el coste íntegro de la contratación del personal, así como la adecuación del inmueble, la adquisición de bienes inventariables y la de bienes corrientes con una aportación por ayuntamiento de más de 25.000 euros.
Estas guarderías se constituyen como un recurso público de titularidad y gestión municipal destinado a la atención de población infantil de edad inferior a tres años. Entre sus objetivos fundamentales se establece la conciliación de la vida laboral, personal y familiar de los familiares que asumen el cuidado de los menores en edad extraescolar, así como "constituirse en alternativa pública a la ausencia de espacios de este tipo en pueblos tan pequeños".