CASTELLÓ. La Diputación de Castellón ya ha desarrollado este año un total 1.029 jornadas de tratamiento terrestre contra los mosquitos. De ellas, 375 han sido en la zona sur, 327 en la zona centro y otras 327 en la zona norte. Son datos ofrecidos por el presidente de la Diputación, José Martí, quien señala que la zona sur "ha requerido una mayor presencia de los equipos de fumigación porque cuenta con más municipios y en ellos la lucha contra los insectos presenta una mayor complejidad al existir áreas de proliferación muy extensas y una mayor predisposición a la inundación en determinadas zonas por el tipo de actividad que allí se desarrolla".
Menos complicada ha resultado la campaña en las zonas centro y norte, donde únicamente hubo inundaciones importantes con las fuertes lluvias del principio de la primavera. No obstante, Martí ha explicado que la dirección técnica del Plan Provincial contra los Mosquitos, que con el nuevo contrato corresponde a la empresa Adda Ops, a pesar de contar con un diseño previo del programa a ejecutar se ha ido adaptando a las necesidades de cada instante, lo que ha llevado en determinados momentos a reforzar los trabajos tras registrarse fuertes lluvias en áreas como las del Prat de Cabanes-Torreblanca o en Oropesa.
Otro momento de especial complicación se produjo durante la primera quincena de junio ante la subida del nivel freático registrado en la Finca del Pou, sita en el término de Nules, aunque muy cerca de la playa de Moncofa. Esa inundación disparó el número de mosquitos en una área de playa muy concurrida, circunstancia que por aquellos días llevó a la Diputación a concentrar todos sus efectivos en aquel lugar para atajar la situación con la mayor rapidez posible.
El presidente Martí recuerda que se trata "de una lucha sin cuartel contra los mosquitos muy complicada porque la eclosión de estos insectos en los últimos años está directamente relacionada con el cambio climático, cuyos efectos son cada vez más evidentes, como hemos podido comprobar este verano en el que las olas de calor se han ido sucediendo una tras otra".
Por su parte, la diputada provincial de Medio Natural, María Jiménez, ha destacado el esfuerzo que han realizado los integrantes del área y la dirección técnica del nuevo Plan Provincial contra los Mosquitos a lo largo de todo el año. Sobre el nuevo plan ha señalado que tiene un presupuesto anual de 630.348 euros y que contempla un incremento del 30% en el número anual de jornadas de trabajo. "Muchas más sesiones con un ahorro económico del 36% respecto al anterior contrato, con el que el cada año se gastaba un millón de euros". La diputada cree que "es una buena noticia que hayamos podido hacer muchos más tratamientos por mucho menos dinero".
Jiménez ha recordado que se realizan fumigaciones terrestres porque “todos los expertos aseguran que es un tratamiento mucho más eficaz que el aéreo, que únicamente está recomendado cuando tras fuertes lluvias los equipos terrestres no pueden acceder a extensas áreas que permanecen inundadas durante días”. También ha hecho referencia a que los vuelos tienen que estar previamente aprobados por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, según las exigencias que marca la normativa en vigor de la Unión Europea.
En otro orden de cosas, el presidente de la Diputación, José Martí, ha explicado que la dirección técnica del Plan Provincial contra los Mosquitos ya está trabajando en el diseño de la campaña de 2023. En este sentido, ha trasladado la importancia de que los propietarios de parcelas poco cuidadas o en situación de abandono en zonas de marjal o de playa procedan a su acondicionamiento. Es un asunto que desde el área de Medio Natural ya se está abordando con los ayuntamientos afectados. Los propietarios de estos terrenos, que se ubican en áreas muy cercanas a núcleos de población, deben ejercer la responsabilidad que les corresponde para que sus parcelas dejen de ser el hábitat ideal para la proliferación de los mosquitos y refugio de individuos adultos.
Martí también ha explicado que la dirección técnica trasladará a los ayuntamientos (especialmente a los del litoral sur, por la mayor complejidad que allí presenta la lucha contra los dípteros), la necesidad de realizar jornadas técnicas de formación para sus trabajadores públicos y el conjunto de la ciudadanía. Son acciones que conviene desarrollar en toda la provincia porque la implicación de la sociedad resulta clave para que los equipos de fumigación puedan tener un acceso diáfano a estas zonas. Cabe recordar por último que la Diputación Provincial realiza tratamientos en el medio natural, mientras que las competencias en los núcleos urbanos corresponden a los ayuntamientos.