VALÈNCIA. El 14º Congreso Nacional del PSPV sirvió para reforzar el liderazgo de Ximo Puig como secretario general pero también para que el presidente de la Generalitat afrontara una renovación de la Ejecutiva con cierto sabor a regeneración y cambio de ciclo.
Una de las principales novedades fue la creación de la Vicesecretaría General de Igualdad, un puesto en la parte alta del organigrama que recayó en Ana Domínguez (Cuenca, 1994), asesora de la Conselleria de Obras Públicas dirigida por Arcadi España que venía despuntando en Joves Socialistes desde hace algunos años.
Ahora, esta economista y también presidenta del Consell de la Joventut de València, se enfrenta a sus nuevas atribuciones en el partido que incluyen, además, la portavocía de la Ejecutiva socialista. Todo un reto del que conversó, además de los planes sobre Igualdad para su partido, con Valencia Plaza.
-¿Cómo se enteró de que formaría parte de la Ejecutiva del PSPV como vicesecretaria general? ¿Se lo esperaba?
-Me lo dijo el presidente Puig. Me lo tomé con mucha normalidad, la verdad, porque pensé que podía estar cómoda haciéndolo y más aún con la ayuda de todos los compañeros del partido. Evidentemente, cuando te proponen algo así puede parecer que lo primero que haces es asustarte, pero yo me lo tomo con mucha ilusión y como un aprendizaje más de la política. Siempre se aprende muchísimo de los compañeros y más aún si cabe de las personas que no piensan como tú.
-¿Se lo dijo con mucha antelación o a última hora del sábado?
-Me había comentado previamente que tenía la intención de que eso fuera así y que iríamos viendo cómo avanzaba el congreso, pero sí me adelantó que era su voluntad y que le gustaría mucho que lo aceptara.
-La Vicesecretaría General es un rango muy alto en la estructura socialista. ¿Cree que Puig ha querido enviar un mensaje con su nombramiento?
-Muchas veces se habla de los gestos en la política, pero no creo que esto sea un mero gesto. Pienso que es algo muy directo y muy importante para la Ejecutiva, no por mí, sino para que la igualdad sea de verdad algo transversal que afecte a todas las áreas. De hecho, en la Ejecutiva es lo que se comentó el otro día, que en ese plan de trabajo que salga de la dirección del PSPV la igualdad esté representada en todas las acciones que se lleven de aquí en adelante.
-Además, ha sido nombrada portavoz del PSPV. ¿Da vértigo?
-La portavocía es la comunicación política del partido y por eso digo que el presidente ha enviado un doble mensaje. Ya no es solo que la igualdad sea algo transversal a toda la Ejecutiva, sino que ostentando también la portavocía pretende asegurarse que todos los mensajes que salgan por parte del PSPV pasen por el filtro de la igualdad. Por eso digo que no es solo un gesto, sino que es una realidad palpable que se quiere transmitir.
-¿Cómo fue esa sensación de que la nombren en el congreso, junto a Sánchez, Puig... sentarse en la dirección al lado de un histórico como Manolo Mata?
-Es una sensación de muchísima responsabilidad. Primero con mi generación, porque es importante que la Ejecutiva del PSPV sea tan joven. A mi generación no es que no le guste la política, es que ha perdido un poco la ilusión por las formas tradicionales de ejercerla y por ello creo es necesario que las personas jóvenes se vean reflejadas. Entonces, lo que sentí en ese momento fue muchísima ilusión y alegría, el calor de toda la gente, de mi familia, de amigos, de amigas… pero también la obligación de tomármelo con mucha seriedad y optimismo porque es una oportunidad muy bonita para llevar a cabo cosas en las que llevamos trabajando muchísimos años, no sólo en el partido sino también en Juventudes.
-Usted empezó sus estudios de Economía en Albacete pero luego terminó en la UV, donde logró el premio extraordinario de grado. ¿Por qué ese cambio?
-Sí. Soy de un pueblecito muy pequeño de Cuenca. Empecé a estudiar en Albacete, que es donde estaba la Facultad de Economía, pero mis padres tenían una casita en València y yo tenía aquí familia y amigos y terminé viniendo porque siempre me había gustado mucho. Es una ciudad muy bonita y cómoda para vivir. Y luego, al margen de esto, ya fuera Albacete o València, lo que enseguida entendí es que no podía quedarme en mi pueblo porque no tendría oportunidades de trabajar de aquello en lo que estaba estudiando. Es un drama brutal y creo que también uno de mis mayores retos en el área de Igualdad, porque en el ámbito rural también se dan muchas realidades de desigualdad entre hombres y mujeres que están invisibilizadas o de las que no se habla apenas, empezando por la falta de oportunidades.
-Supongo que su familia en el pueblo estará encantada...
-Llevaba mucho tiempo sin verlos, desde verano, pero pudieron venir al congreso para estar conmigo. Es duro que estén tan lejos.
-¿Cuándo decidió que le gustaba la política y empezó a introducirse en este mundo?
-Siempre he estado interesada por la política. Mi madre fue concejala de mi pueblo, mi tío fue alcalde y concejal; así que lo he vivido desde pequeñita. Hubo una época que me quise afiliar pero tampoco tenía una agrupación cercana donde pudiera hacerlo y me tocaba hacer kilómetros. Es otra realidad que se ve muy poco: muchas veces no militas o no participas en política porque no es sencillo. Cuando me vine a València decidí que era el momento de hacer algo que quería toda la vida.
-Muchos de sus compañeros en Joves Socialistes son ahora importantes dirigentes del PSOE, especialmente tras la nueva Ejecutiva. ¿Se está produciendo un cambio de ciclo en la organización?
- No creo que sea un cambio de ciclo en sí. Cualquier proyecto que quiera ser útil y duradero necesita relevos. Es algo normal. Para eso son los congresos: para renovar ideas, equipos… Es cierto que en la Ejecutiva hay mucha gente joven pero también hay personas históricas del partido: hablamos mucho del pacto intergeneracional que estamos buscando para la ciudadanía, por lo que también es lógico que esto esté presente en el partido.
-Su compañero Víctor Camino está optando al liderazgo de Juventudes Socialistas de España (JSE). De hecho, el otro día fue el debate entre candidatos, ¿cómo está viendo el proceso?
-Fue el primer debate de primarias en la historia, porque también son las primeras primarias de la historia de Juventudes Socialistas de España. Lo estoy viviendo, y se lo digo siempre a Víctor, con muchísima ilusión. Hablo mucho con él y me dice que está cansado pero que se lo está pasando genial y no quiere que se acabe. Creo que está siendo muy acertada su visión de generar una identidad de Juventudes Socialistas de España. Esa idea que está llevando a todas las federaciones de que haya muchos kilómetros cero y no sólo uno. Es decir, que JSE no hable solamente de los problemas que tiene Madrid, sino que se hable de los problemas que tiene toda España. El otro día fue una cosa muy palpable en el debate y, de hecho, los compañeros y las compañeras de las Islas Canarias nos felicitaban y nos daban las gracias, porque se habló de ellos muchas veces en el debate, o porque se mencionó una agrupación pequeñita de Castilla y León, o de la realidad de las Islas Baleares que donde nos comentaban: "Nadie se fija que nosotros para hacer política tenemos que coger aviones". Es lo que comentaba antes: hay muchísimas realidades invisibilizadas en las que nadie piensa. Por eso pienso que lo que está reivindicando Víctor es súper relevante, y además lo hace con optimismo y mucha empatía. No tienes por qué tener un discurso de toda la política: el discurso se trabaja, se pronuncia y se mejora, pero para aprender hay que escuchar y eso, Víctor, lo hace muy bien.
-En la Comunitat, ¿está Joves acercándose más al partido o es el partido el que se está acercando a Joves?
-Eso es el eterno debate entre Juventudes y el partido. Juventudes Socialistas es una organización política, pero no es un partido político, no se presenta a unas elecciones. Así que lo que hace JSE es tener un discurso propio. Evidentemente, las ideas son socialistas y lo se que hace es influir en el partido que se presenta a las elecciones y que puede cambiar las cosas en las instituciones. Pero es que en absoluto está reñido. De hecho, Juventudes ha sido siempre punta de lanza del partido. Muchísimas cosas que se han debatido en el partido en un momento dado se han debatido antes en Juventudes y es una cosa que reivindicamos y de la que estamos muy orgullosos.
-Hay cuestiones que son intrínsecas a Joves y no tanto al partido. Por ejemplo, ¿usted se considera republicana?
-Sí.
-Como portavoz, ¿está dispuesta a seguir defendiendo esa posición? Porque el PSOE no ha hecho nada en estos años por abrir ese debate.
-Si, yo la tengo clarísima y además está muy relacionada con lo que comentaba hace un momento. Juventudes Socialistas es republicana y yo creo, y lo digo de verdad, que los valores republicanos están presentes en la socialdemocracia. Ahora bien, cuando tú hablas de una república es necesario reformar el modelo de Estado que tenemos ahora y, no nos vamos a hacer trampas al solitario, esto requiere de una mayoría social que lo apruebe y que lo tire para delante. Entonces yo entiendo que cuando el partido dice que quizá no sea el momento, lo hace viendo la situación coyuntural que se esté dando. Si preguntas a un político en un momento de crisis sanitaria.... oye, pues ahora la prioridad es salvar personas. En cualquier caso, creo que es sano abrir este y otros debates, que es lo que hemos hecho siempre los socialistas. Pero debemos tener clarísimo que es necesario que también los partidos de la derecha se sientan a gusto en ese modelo o no lo podemos sacar adelante porque necesitamos una mayoría social que lo permita.
-¿Cree que sigue existiendo el machismo en la política?
-Claro que sí. El machismo está presente en absolutamente todas los ámbitos de nuestra sociedad y evidentemente en la política también. De hecho, lo comentaba hace poco en un post de Instagram en el que decía que se habla mucho de la necesidad de mujeres referentes en las profesiones relacionadas con la ciencia y la tecnología, pero se habla muy poco de las referentes políticas. Si las mujeres no tenemos referentes políticas, no es que entendamos que es algo que está vetado para nosotras, pero nos nos sentimos tan a gusto porque no tenemos en quién reflejarnos. Y sí, los partidos políticos son un reflejo de la sociedad y el machismo, por supuesto que está presente en las organizaciones políticas.
-El PSOE es una de las formaciones que más ha luchado por la igualdad. Usted que ha trabajado en el partido y también ahora en una institución gobernada por los socialistas, ¿ha percibido que todavía existen algunos 'tics' machistas en esos ámbitos?
Claro, por supuesto. Vivimos en una sociedad que todavía es heteropatriarcal: todas las dinámicas, sin que nos demos cuenta, responden a los discursos machistas y simplemente la participación de las mujeres en los partidos políticos, también en el mío, es menor porque tenemos que sentirnos más cómodas. Ese es el grandísimo reto que tenemos dentro de los partidos: generar espacios donde nos sintamos cómodas y renovarnos, Es que evidentemente, como te digo, somos un reflejo de la sociedad que representamos. Y claro que hay machismo dentro.
-¿Y ha sentido o ha comentado con compañeras alguna vez la sensación de haber sido nombradas por ser cuota de género?
-Si no creyera en mi capacidad para sacar esto adelante, no habría dado el paso. Y para mí es una cuestión de responsabilidad también con muchísimas compañeras, igual que yo me veo reflejada en compañeras referentes para mí. Quiero hacer lo mismo también con otras mujeres de mi partido que son súper potentes y quiero que den esos pasos por todas partes. Ese síndrome de la impostora que tenemos las mujeres también lo tengo yo muchos días por la mañana cuando me levanto. Pero es lo que te digo, asumo como una responsabilidad extra superar ese síndrome de la impostora con la ayuda de todas las compañeras que me han dado muchísimo calor durante estos días y así conseguir que eso se acabe.
-Desde el área de Igualdad, con rango de Vicesecretaría General, además de la portavocía, ¿qué hoja de ruta tiene en mente para que el PSPV contribuya a la igualdad plena entre hombres y mujeres?
-Por supuesto que las mujeres tenemos que hablar de la igualdad y de la violencia machista. Pero también debemos hablar de todo, porque la igualdad tiene que estar presente en todos los ámbitos. En el urbanismo, en la agricultura, en la problemática de la despoblación... Para mí son caballos de batalla fundamentales. El otro día se jubiló mi padre y le decía: "Papá, ¿estás contento?". Y me decía: "Sí, estoy súper contento, pero me he acordado que la mamá también se jubila y no tiene los mismos derechos ni una paga como la mía pese haber estado trabajando toda su vida". Porque las mujeres del ámbito rural no han cotizado igual y esto es otra realidad invisibilizada.
-En esta ocasión, Puig ha diseñado una Ejecutiva con más mujeres que hombres. El Botànic consiguió la paridad en el Consell y ha empezado a acercarse en el segundo escalón. Ahora bien, el porcentaje de puestos directivos en las empresas privadas ocupados por mujeres sigue siendo minoritario (alrededor de un 12% en las cotizadas). ¿Cómo se lucha contra esto?
- Vamos a luchar contra esos techos de cristal. Los techos de cristal se rompen, en primer lugar, con pedagogía desde que somos pequeños y pequeñas. La coeducación es básica. Los primeros síntomas de la discriminación que sufrimos las mujeres empezamos a notarlos y a sentirlos cuando vamos al colegio. Por ejemplo, en el simple hecho de que las niñas no ocupen los espacios. Muchas veces los campos de fútbol que hay o las pistas para hacer deporte en el recreo están ocupadas por los niños. Eso ya te da un mensaje. Y es que tú estás apartada en una esquina. Nos enseñan que es mejor que estemos calladas, a que no demos guerra. Esta mañana estaba escuchando un podcast que me encanta de mujeres cómicas que se llama ‘Estirando el chicle’ y decían que está mal visto hasta que seamos graciosas; que destaquemos. Entonces, cuando tú tienes que asumir un papel de liderazgo, estás condicionada por todo eso que te van enseñando desde que eres pequeña. Puedes tener cuotas, listas paritarias… pero en lo que tenemos que avanzar, ojalá, es hacia un mundo en el que no haya cuotas, y para eso lo importante es la pedagogía desde que somos pequeños y pequeñas.
-Últimamente se habla mucho del lenguaje inclusivo, pero otros problemas históricos como el de la brecha salarial, siguen sin arreglarse pese a muchos años de lucha feminista. Con una mirada estratégica, ¿cree que se puede afrontar todo a la vez o quizá habría alguna de esas cuestiones que debería ser prioritaria?
-En ese sentido, tengo claro que el feminismo es el movimiento más progresista que existe y nos apela a toda la sociedad, hombres y mujeres. El feminismo también hace a los hombres más libres porque les quita los corsés que les pone la sociedad. Entonces, el problema es que, en muchos casos, la gente todavía no entiende realmente cuál es la propuesta feminista. Y me preocupa mucho que la gente asuma que mi generación ya es feminista, porque no es así. Por ejemplo, en un estudio del Instituto de la Juventud de España, se le preguntó a chicos y chicas jóvenes qué pensaban sobre la igualdad entre hombres y mujeres y qué pensaban sobre el feminismo. Es lo mismo. Las chicas mostraron apoyo mayoritario a ambos, mientras los chicos mostraron apoyo muy mayoritario a la igualdad entre hombres y mujeres pero no al feminismo, porque no lo entienden, porque creen que les resta privilegios. El problema es que tenemos que hacer muchísima más pedagogía y, sobre todo, apelar a los hombres y explicarles que esto también les hace más libres. En cuanto al lenguaje inclusivo simplemente lo que hace es visibilizarnos. Muchas veces se dice que lo que no se nombra no existe, y yo creo que es verdad.
-El paso hacia la abolición de la prostitución y las sanciones a los usuarios fue una de las resoluciones del último Congreso Federal del PSOE que, además, fue impulsada por la federación valenciana. ¿Cuál cree que serán los problemas más difíciles de resolver para llegar a ese objetivo?
-Es otra cuestión de pedagogía. Estoy muy orgullosa de esa iniciativa. Te decía antes que hay muchos debates que tenemos ahora en el partido que llevamos teniendo en Juventudes mucho tiempo. El tema de la prostitución es uno de ellos. La prostitución es una forma de esclavitud hacia las mujeres en el siglo XXI: es imposible que consideremos que la sociedad es digna mientras se mercantiliza el cuerpo de las mujeres. La clave es trabajar mano a mano con asociaciones que llevan muchísimo tiempo preparando la abolición de la prostitución, garantizar los derechos de las mujeres prostituidas y, sobre todo, hacer muchísima pedagogía. Los grandes cambios siempre vienen de la mano de la aceptación social y del entendimiento por parte de la sociedad de lo que estás proponiendo. No se trata de imponer, sino de que todo el mundo entienda que no es compatible con una sociedad democrática que pueda haber mujeres prostituidas.
-¿Cómo ha visto el conflicto entre PSOE y Unidas Podemos a cuenta de la ley trans? ¿Opina que esta ley puede suponer un retroceso en los derechos de las mujeres que se han conseguido en las últimas épocas?
-Los derechos de las personas trans no están reñidos con los derechos de las mujeres, todo lo contrario. Son perfectamente compatibles. Con el PSOE se han impulsado todas las leyes que protegen los derechos de las personas LGTBI. Lo mismo a nivel estatal que en la Comunidad Valenciana. Lo que tenemos que entender es que tanto el feminismo como los movimientos activistas LGTBI están atacados por el machismo. El machismo ataca a las mujeres, a los gays, a las lesbianas, a las personas transexuales, a las personas bisexuales…. porque creen que es una pérdida de sus privilegios. Por lo tanto, aunque haya podido haber voces discordantes, lo cual veo normal cuando se baja al detalle en determinadas cuestiones, hay que favorecer el diálogo entre las asociaciones feministas, las asociaciones activistas LGTBI, porque, como digo, en la Comunidad Valenciana somos un ejemplo y tenemos una de las leyes más avanzadas.Por otro lado, no tenemos que olvidarnos de la persecución y discriminación que han sufrido las personas LGTBI. No podemos permitir de ninguna manera que se pongan en duda esos derechos debido a los delitos de odio que se están produciendo últimamente y que son algo lamentable para nuestra sociedad.
-Volviendo a algunas cuestiones de partido, ¿quiénes han sido sus principales apoyos en el PSPV? Imagino que la sede de Pelayo fue su segunda casa...
-Yo entré en Pelayo -sede histórica de Joves Socialistes- cuando ya nos habíamos trasladado primero a cerca de Na Jordana y después a la calle Túria. Era muy chulo porque estabas con personas como Sandra Gómez o José Muñoz que todavía eran de Pelayo -Joves- pero que ya empezaban a estar en puestos donde cambiar las cosas. Son las personas que me hicieron creer aún más en la política, porque veías que estaban ahí contigo, cogían las ideas que trabajábamos en nuestra mesa pequeñita de Joves y luego las defendían en el Ayuntamiento o en Les Corts. Además, siempre han confiado en mí, me han ayudado muchísimo y es lo que han vuelto a hacer tras mi nombramiento: ofrecerme su ayuda para lo que necesite.
-¿Cómo es trabajar con el conseller Arcadi España?
-Pues, la verdad es que es muy fácil. Es una persona de la que aprendo mucho y que hace sencillas las cosas. Además, siempre ha depositado mucha confianza en mí y en mi criterio, lo cual es muy de agradecer.
-¿Lo ve como el futuro relevo natural de Ximo Puig?
-Después de vivir el último congreso del PSPV, donde el presidente ha salido reforzadísimo, y de ver que es cada vez un referente más destacado en España, diría que el relevo de Ximo Puig es el propio Ximo Puig.