CASTELLÓ. La Universitat Jaume I de Castellón ha conseguido, dentro del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2021-2023, más de doscientos cincuenta mil euros para desarrollar dos proyectos de investigación relacionados con la protección alimentaria, uno que busca el desarrollo de un nuevo polímero biodegradable para el envasado y otro que aplicará técnicas avanzadas de espectrometría de masas de alta resolución para la identificación de compuestos orgánicos en muestras medioambientales y alimentarias.
El proyecto 'Desarrollo y evaluación de una película de polímero biodegradable para aplicaciones de envasado alimentario flexible y biocircular', dirigido por los investigadores Luis Cabedo Mas y José Gámez Pérez del Grupo Polímeros y Materiales Avanzados (PIMA) y financiado con 176.660 euros, busca el desarrollo de una formulación plástica basada en biopolímeros con propiedades adecuadas para su uso en el sector del envasado alimentario flexible.
Para ello, empleará biopolímeros de origen no petroquímico tanto comerciales como desarrollados en el seno del proyecto, así como aditivos y agentes compatibilizantes para, por medio de la extrusión reactiva, producir un material adecuado para la fabricación de lámina fina con unas adecuadas propiedades mecánicas. Con esta lámina se van a desarrollar distintos conceptos de envase flexible basados en termosellado de láminas y compuestos papel-plástico.
También se analizará la reciclabilidad -mecánica y orgánica- de la lámina plástica, así como de los conceptos de envase desarrollados en el proyecto. Se estudiará la biodegradabilidad tanto en condiciones de compostaje como en el medio ambiente, con el objetivo de conocer los mecanismos que hay detrás de este proceso biológico, y se llevará a cabo un examen completo de la sostenibilidad de los sistemas diseñados mediante estudios de ciclo de vida, de costes, de impacto social y de circularidad de las soluciones propuestas.
El estudio 'Técnicas avanzadas de espectrometría de masas de alta resolución para el descubrimiento e identificación de compuestos orgánicos en muestras medioambientales y alimentarias' dirigido por los investigadores Juan Vicente Sancho Llopis y Tania Portolés Nicolau del Grupo Química Analítica en Salud Pública y Medio Ambiente (Q-AMS) y financiado con 90.750 euros, tiene por objeto hacer uso de la cromatografía, tanto de gases como de líquidos, acoplada a la movilidad iónica-espectrometría de masas de alta resolución (IM-HRMS) para la determinación e identificación tanto de contaminantes y residuos en aguas ambientales y alimentos como de biomarcadores de calidad y autentificación de alimentos Premium.
En la primera parte del trabajo se buscan soluciones innovadoras en el campo de los ecosistemas acuáticos limpios y saludables, así como de los alimentos seguros. Para ello, se analizaran tanto las aguas usadas normalmente para el riego -subterráneas, superficiales y residuales urbanas-, con el propósito de predecir su impacto ambiental, como también alimentos representativos de la dieta mediterránea para evaluar su seguridad.
Los compuestos a estudiar serán más convencionales: plaguicidas, compuestos orgánicos persistentes (POPs) y toxinas de origen natural pero también contaminantes emergentes, especialmente los fármacos de uso frecuente, los antibióticos y los productos de higiene personal, entre otros.
La segunda parte de la investigación, enmarcada dentro la plataforma metabolómica implementada en el grupo de investigación, centrará su estudio en el campo de los alimentos Premium españoles, tanto desde el punto de vista de su calidad como de su autentificación, para encontrar marcadores que aporten valor añadido a su imagen de marca de calidad. Para ambos estudios se utilizará tanto instrumentación científica avanzada con la que cuenta el Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas.
El personal investigador de la Universitat Jaume I de Castelló ha obtenido 4,17 millones de euros de la Agencia Estatal de Investigación, dos más que en la convocatoria anterior, para el desarrollo de 38 nuevos proyectos de investigación del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023, que centra sus objetivos en los sectores más estratégicos para la recuperación, como son la salud, la transición ecológica y la digitalización.
La tasa de éxito -número de proyectos aprobados del total presentados- se sitúa en el 70 por cienot -la media nacional es de un 50%- y con una financiación media por proyecto de unos 110.000 euros y 14 proyectos más que en la anterior edición. Con la convocatoria de 2021, la Universitat Jaume I alcanza los 23,7 millones de euros de financiación para I+D+i desde la puesta en marcha de la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e innovación hace una década.