VALÈNCIA. La Conselleria de Educación trabaja a contrarreloj para resolver el lío que tiene encima de la mesa desde el pasado 10 de agosto: la adjudicación de plazas de más de 12.000 docentes interinos que todavía no tienen destino a pesar de que el 1 de septiembre deben incorporarse a sus puestos de trabajo, sea donde sea a lo largo y ancho de la geografía de la Comunitat Valenciana.
Después de resolver la asignación de destinos a los funcionarios el pasado sábado, Educación debía haber hecho lo propio con los interinos de Primaria, Secundaria y otros cuerpos docentes este lunes. Sin embargo, los sindicatos alertaron de nuevo de que estas listas contenían de nuevo errores, por lo que la publicación hubo de posponerse y despertó un fuerte malestar entre los equipos docentes. Por lo pronto, este martes la Conselleria asignó 4.403 plazas, según fuentes oficiales, correspondientes a Primaria, pero siguen quedando pendientes otros 7.600 profesores de Secundaria, Formación Profesional y de las EOI que este miércoles siguen esperando.
El dilema, no obstante, no termina ahí. Las cifras que ofrece la Conselleria no coinciden con las que manejan los sindicatos, que advierten que en realidad el departamento que dirige José Antonio Rovira adjudicó este martes 4.647 plazas, 244 más de las que ofrece el propio Consell. Advierten, además, que en ellas se mantienen errores, si bien en esta ocasión son más puntuales y no afectaría al grueso del listado, pero en cualquier caso deberán resolverse también en los próximos dos días con el inicio de curso atisbándose ya.
El desencadenante de toda esta concatenación de fallos y errores, según explicó este martes el subdirector general de Personal Docente, José Pascual Hernández, reside en que "la herramienta informática no estaba preparada ni testada", lo cual "ha generado problemas que ha distorsionado todos los algoritmos". Según Hernández, los interinos de Formación Profesional pasan de ser profesorado técnico a profesorado de secundaria y este cambio no está registrado en el sistema.
Según fuentes consultadas por este diario, la herramienta informática "funciona perfectamente y no ha dado problema en los últimos años" -funciona desde 1999-. El "error", sin embargo, reconocen que radica en todo el cambio de normativa que se ha introducido este año respecto a la asignación de plazas, así como nuevas nomenclaturas que no se llegaron a registrar en el programa para que este "supiera interpretarlas" y no dar los errores que se están produciendo. Una tarea que hubiera costado de acometer en torno a un trimestre.
En este sentido, Hernández puntualizó este martes que el apartado con mayores problemas y que todavía sigue sin resolverse es el del sector de los profesores técnicos de la FP, dado que al cambia de cuerpo docente y no estar introducidos estos parámetros en la aplicación, "ha provocado distorsión en todos los algoritmos". "Si se hubiera planificado, en cuatro meses se habría resuelto, pero cuando llegamos e iniciamos el proceso, el día 3, la fórmula no estaba preparada", explicó tras incidir en que con una planificación "de abril o marzo se habría podido solucionar" y no se habría llegado a la situación actual.
Asimismo, la Conselleria había organizado la adjudicación de plazas de manera separada para los aspirantes con formación universitaria y los candidatos sin formación universitaria. Uno de los problemas identificados en los últimos días, según fuentes sindicales, tenía que ver con la segunda lista, para cuya resolución el sistema informático estaba dando problemas.
En cualquier caso, desde la Conselleria que dirige José Antonio Rovira, culpan al Botànic de lo que los sindicatos aseguran que está siendo un "caos" nunca visto desde los años noventa. Por su parte, la síndica del PSPV en Les Corts, Rebeca Torró, advirtió este martes que Carlos Mazón "está poniendo en grave peligro el inicio escolar" y criticó que "más de 20.000 docentes sigan sin saber dónde impartirán clases" en septiembre, y el diputado de Compromís, Gerard Fullana, portavoz de Educación, pidió la dimisión de la directora general de Personal Docente, Sonia Sancho, por "haberse ausentado de su puesto de trabajo en la semana más importante para el personal docente".
Lo cierto es que la resolución de los destinos para los docentes valencianos de cara al curso 2023-2024 ha sido un verdadero camino de obstáculos. Si de normal estas suelen resolverse en julio, esta vez, con el cambio de gobierno tras las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo los listados provisionales se publicaron a principio del mes de agosto. Desde entonces, los plazos se han ido retrasando todavía más para la adjudicación definitiva.
Tras su publicación, docentes y organizaciones sindicales detectaron una ristra de errores en las listas que provocó un aluvión de reclamaciones a través de la plataforma de la Conselleria -que quedó momentáneamente colapsada-. El cúmulo de equivocaciones llevó al departamento de Educación a anunciar una nueva publicación de los listados y la retirada de los anteriores, apurando todavía más los tiempos para el inicio de curso.
Subsanadas las primeras equivocaciones, las listas definitivas se publicaron el pasado viernes para más de 8.800 profesores funcionarios de carrera y otros cuerpos de Primaria y Secundaria, que conocieron destino definitivo, aunque Comisiones Obreras denunció durante el fin de semana nuevas deficiencias en los listados. Con todo, los otros 12.000 interinos quedaron pendientes de conocer la resolución final del proceso para ellos, prevista para este lunes. Plazo que también se incumplió por parte de la Conselleria pese a asegurar haber trabajado intensamente para solucionar los últimos problemas.
Ahora los sindicatos examinan las nuevas adjudicaciones en Primaria, pero se mantienen a la espera de las más de 7.600 plazas de Secundaria, FP y de las EOI que todavía desconocen dónde impartirán clase o a qué centro deberán incorporarse a partir del 1 de septiembre. Una incertidumbre que los sindicatos tachan de "intolerable" y ante la que STEPV ha reclamado que se compense al profesorado, dado que se van a dar situaciones en las que, por ejemplo, algunas personas deban trasladarse de provincia para impartir clase o buscar piso de alquiler en tiempo récord.