El aeropuerto busca facilitar la continuidad de las empresas y mantiene al personal pese al Covid-19

CASTELLÓ. Aerocas, la empresa gestora del aeropuerto de Castellón, analiza "posibles medidas para flexibilizar" las condiciones de las empresas asentadas en el recinto de forma que garantice su continuidad. Y es que, un mes después de que se hiciesen palpables las consecuencias derivadas de la crisis sanitaria, y a pesar de que el recinto continúa operativo, la inexistencia de vuelos ha reducido al mínimo la actividad de las concesionarias, cuando no obligado a cerrar. 

Así sucede, por ejemplo, con las cafeterías, las compañías de alquiler de vehículos comerciales, las academias de vuelo... o las aerolíneas. Evidentemente, las medidas con las que ayudar a su supervivencia han de ser diferentes, y por el momento desde Aerocas no pueden concretar en qué van a consistir. Y es que en estas semanas de paro aéreo, el aeródromo castellonense prácticamente la única actividad que alberga es el desguace de aviones y el mantenimiento de las aeronaves que han estacionado en él. 

Estas actividades requieren de trabajos por parte del personal de tierra. Asimismo, los responsables de la torre de control deben permanecer en su puesto de trabajo para atender una hipotética emergencia, ya que el aeropuerto está operativo, señalan desde Aerocas. Ellos no son personal de Aerocas, pero para el propio, y a pesar del descenso en el volumen de trabajo, la empresa dependiente de la Generalitat no ha aplicado un hipotético ERTE, algo que no ha evaluado después de que la abogacía de la Generalitat dictaminase que no se podía implementar en las empresas públicas valencianas. 

Así, parte de su personal realiza teletrabajo, mientras el resto ha sido reorganizado en turnos para mantener las actividades que sigue albergando el aeródromo de Benlloc y Vilanova d'Alcolea, entre ellas el escaso movimiento de aeronaves, cuando alguna aterriza o debe ser reubicada. 

Todo, en el marco de una crisis en la que Aerocas no ha evaluado aún el coste económico que le ha supuesto. Sus responsables tampoco se atreven a aventurar cuándo se podrán retomar los vuelos ni cómo se reanudarán, ya que desconocen "cómo reaccionará el mercado". Lo único evidente, apuntan las fuentes de la compañía, es que la cifra de pasajeros de 2020 "estará por debajo de las previsiones", que estimaban para este año aproximadamente 170.000 viajeros. 

Viena y Marsella: dos ansiados debuts pospuestos

Por el momento, las dos rutas nuevas, las de Viena y Marsella, dos destinos con los que Castellón no ha conectado todavía y que ya debían haber comenzado a operar (el 30 de marzo la ruta austríaca y el pasado 14 de abril la francesa), han quedado pospuestas y, como el resto, sin fecha. Precisamente, las medidas que Aerocas baraja para facilitar que estas rutas (y el resto) inicien su actividad de la mejor forma va en la línea de flexibilizar las medidas de marketing turístico que las aerolíneas deben llevar a cabo en los puntos de origen. Estas campañas de promoción por parte de las empresas ya debían haber comenzado pero evidentemente no lo han hecho. 

Todo ello ha sido complementado con los protocolos de prevención del contagio que Aerocas ha implementado a través de un plan de contingencia. Entre las medidas, "todos los días un equipo de desinfección actúa en el aeropuerto y hemos intensificado la limpieza en las zonas más utilizadas", concretan las fuentes.