CASTELLÓ. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Castelló ha autorizado para las fiestas de la Magdalena la concesión de 24 puestos de venta de comida y bebida. En concreto, para una de las jornadas más emblemáticas: la Romeria de les Canyes del primer domingo de las fiestas fundacionales.
Ese día, los castellonenses recorren a modo de rogativa el camino que separa el centro -o el Grau- con la ermita de la Magdalena acompañados de una caña y la típica cinta verde. Una marea de miles de personas recorren este camino penitencial para reencontrarse con la tradición y, para ello, en dos puntos clave se autoriza la venta de productos, si bien este año por cuestiones sanitarias, la propuesta limita a la venta de "agua y refrescos".
En concreto, el Ayuntamiento concede autorización a 17 puestos de venta de productos alimenticios en la ermita de Sant Roc de Canet (de seis metros cuadraros) y 7 (de 7,5 metros cuadrados) en la ermita de la Magdalena.
Esa jornada es típico que los castellonenses madruguen ya que a las 7 de la mañana se recogen las cañas para iniciar el trayecto. Además, marca la tradición que los peregrinos irán llegando a la ermita de Sant Roc de Canet para almorzar el típico "figa y doset" antes de continuar de nuevo el camino hacia el Castell Vell.
Las circunstancias sanitarias han provocado que este año se vayan a celebrar unas fiestas de la Magdalena 'atípicas'. Esta misma semana, el concejal y presidente del Patronato Municipal de Fiestas, Omar Braina, se ha reunido de nuevo con el director de Salud Pública en Castellón, Carles Escrig, para seguir abordando la planificación de las próximas fiestas de la Magdalena atendiendo a la situación epidemiológica, y trasladarle las últimas decisiones tomadas respecto a la programación de las fiestas de la Magdalena.
"Hemos trasladado a Salud Pública la decisión de no ofertar carpas, mesones, ferias ni mercados gastronómicos que se impulsan desde el Ayuntamiento ni tampoco programar conciertos desde el consistorio. Medidas que han recibido el aval de Sanidad teniendo en cuenta que suponen concentración de personas y no garantizan el cumplimiento de las medidas de protección y de prevención ante la covid-19", ha explicado el concejal de Fiestas.
La decisión se tomó, además, con el objetivo de apoyar y favorecer al sector hostelero, que se ha visto gravemente afectado por la pandemia. También se ha trasladado a Salud Pública el planteamiento de recorridos alternativos para los desfiles, de modo que discurran por calles más amplias que eviten grandes concentraciones de personas como ya se hizo con la Cabalgata de Reyes. Y en cuanto al resto de la programación, se seguirá trabajando en diferentes escenarios también de la mano de Salud Pública para adaptar los actos a la situación epidemiológica y minimizar el riesgo para la salud y evitando de este modo una mayor presión hospitalaria y asistencial.