CASTELLÓ.Cáritas Diocesana de Segorbe Castellón cobró el pasado viernes los 114.000 euros adeudados del 2022 de parte del Ayuntamiento de Castelló. Se trata de un 19% del total de la cantidad económica anual que recibe esta institución por prestar este servicio esencial. “Para nosotros es muy importante cumplir con nuestras obligaciones de pago con todas y cada una de las empresas y entidades que trabajan con el Ayuntamiento y esta es una de ellas”, ha señalado la alcaldesa, Begoña Carrasco, quien ha manifestado “el compromiso de este equipo de gobierno de desbloquear el convenio del 2023 cuanto antes, pues está en el presupuesto municipal pero no se llegó a firmar nunca. Ahora, lo haremos”.
Y muestra su malestar por las demoras que han padecido. “Tienen nuestra palabra de que, a partir del 2024, recibirán la cantidad económica que les corresponde en tiempo y forma, que es lo que nunca hubiera tenido que dejar de pasar”, adelanta.
Carrasco agradece a Cáritas que haya asumido por su cuenta y riesgo los gastos del albergue “a la espera de la llegada de un equipo de gobierno responsable y cumplidor con sus obligaciones”. “Tenemos que decirles gracias por seguir recibiendo cada día a cerca de 40 personas –60 en los meses más fríos del año— que carecen de lo más básico y a quienes les dan no solo un techo, cama y comida, también les ofrecen su cariño y entrega, que no tienen precio”, ha afirmado. Asimismo, ha mostrado su reconocimiento “al trabajo de los técnicos y los voluntarios que se encargan de repartir los desayunos, almuerzos, comidas y cenas y de crear un ambiente agradable y acogedor”.
Por otra parte, ha recordado que este no es el primer pago a proveedores que hace este equipo de gobierno de urgencia. En concreto, ha hecho referencia al pleno del pasado 4 de agosto en el cual se aprobó abonar 4,1 millones de euros en facturas pendientes con la empresa de la limpieza municipal y con la gestora del Bicicas. “Tan rápido como podemos vamos resolviendo los frutos envenenados que nos han dejado las incompetencias de los equipos de gobierno extinguidos de PSOE y Compromís. Entendemos que trabajar para el Ayuntamiento de Castellón tiene que ser un motivo de orgullo y no de dolores de cabeza por la falta de cumplimiento de las obligaciones adquiridas”.