CASTELLÓ. La industria italiana de baldosas cerámicas cerrará este año con un fuerte aumento en la producción, ventas y exportaciones, lo que le llevará a superar los niveles prepandémicos, según han informado fuentes de la patronal transalpina Confindustria Ceramica. La fuerte demanda de cerámica proviene, según las mismas fuentes, de todos los países del mundo y de la propia Italia, mercado que ha comenzado a crecer nuevamente después de veinte años de constante reducción. Sin embargo, esta situación tan positiva choca con los fuertes incrementos de los costes de todos los factores de producción, con la energía a la cabeza y la falta de algunos tipos de materias primas, además de las dificultades asociadas al transporte marítimo.
Para ofrecer estos datos, Confindustria Ceramica ofrecó la pasada semana una rueda de prensa que contó con los informes técnicos de Giuseppe Schirone (Prometeia), Davide Tabarelli (Nomisma Energia) y Tiziano Bursi (Unimore), a lo que se sumó una mesa redonda con los líderes de Confindustria Ceramica (Giovanni Savorani, presidente de la patronal azulejera italiana ), Acimac (Paolo Lamberti ) y Federchimica Ceramicolor Pierluigi Ghirelli), que son las asociaciones representativas de la cadena de suministro de cerámica italiana, junto con Vincenzo Colla, consejero de la región de Emilia Romagna.
El balance preliminar para 2021 elaborado por Prometeia sobre datos del sector muestra para la industria italiana de baldosas cerámicas volúmenes de ventas de alrededor de 458 millones de metros cuadrados (+12% en comparación con 2019), derivados de exportaciones del orden de 367 millones de metros cuadrados (+ 13%) y ventas en el mercado nacional de más de 91 millones de metros cuadrados (+ 9%). El crecimiento, según apuntan las mismas fuentes de Confindustria Ceramica, afecta prácticamente a todos los principales mercados del mundo, donde los comportamientos más positivos se encuentran en Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Holanda. Por otro lado, se espera que la producción supere los 430 millones de metros cuadrados, aproximadamente un 25% más.
Para Giovanni Savorani, “el tono positivo del mercado y la demanda nos permitirá cerrar bien los balances de este año, pero no podemos alegrarnos en absoluto. El fuerte crecimiento de los costes de todos los factores de producción está poniendo a prueba la competitividad presente y futura de nuestras empresas. Quizás por primera vez en nuestra historia estemos viviendo una paradoja: estamos llenos de pedidos de todo el mundo que chocan con las altísimas tensiones de los balances en valores negativos".
Esto se explica porque la factura energética de la industria cerámica italiana fue de 250 millones de euros que, tras incrementos del orden del 400%, se acerca ya a los mil millones. Se trata de "una explosión de costes que, incluso en presencia de subidas de precios, no parece sostenible", explican las mismas fuentes, que reclaman acciones urgentes para calmar la situación insostenible del gas natural".
Para Confindustria Ceramica una primera medida podría ser la sustitución de parte del gas importado por otro de producción nacional, a precios controlados e insertado dentro de una ruta de transición energética. En 1995 se extrajeron más de 20 mil millones de metros cúbicos en nuestro país, mientras que hoy estamos en 4: una opción que, de no implementarse rápidamente, podría descontar el riesgo de encontrar un vaso vacío, ya que algunos países fronterizos ya sacan de estos campos compartidos. .
El aumento de los costes de la energía también se deriva de los precios del ETS que, de 20/25 euros por tonelada, ahora han alcanzado los 85 euros. El continuo aumento de los precios del C02 también se deriva de una intensa actividad especulativa que presenta un resultado contraproducente: transferir recursos de la economía real, compuesta por empresas y puestos de trabajo, a la financiación.
Para Confindustria Ceramica, que coincide plenamente en el análisis y balance que viene realizando su homóloga española Ascer, el sector viene demostrando un alto grado de compromiso medioambiental y la transición energética, sin embargo, tal como explica Savorani, "es necesario pasar a otras fuentes de energía cuando estas estén disponibles y a precios competitivos con el gas. Esto es para evitar perder competitividad y cuota de mercado en beneficio de las producciones extracomunitarias, con el consiguiente grave riesgo de deslocalización".
La subida de precios también afecta a otros factores de producción, como cartón, palets y film retráctil. Una situación aún más compleja para las materias primas, donde en algunos casos también es imposible encontrar los propios materiales en el mercado, con graves repercusiones en la planificación de las empresas, que no podrán fabricar los productos que ya comercializan.
A todo esto y tal como sucede a la industria azulejera española, se suma la crisis del transporte marítimo, empezando por el fuerte incremento del flete marítimo acompañado de la dificultad para encontrar contenedores. Lamentablemente, explican las mismas fuentes, la situación no ha mejorado: tenemos noticias, por ejemplo, de que en varios puertos de Estados Unidos hay decenas de buques mercantes fondeados, esperando descargar sus contenedores. Una situación que determina retrasos en las entregas y aumentos de costes.