El azulejo ralentiza su vigor productivo pero lidera el crecimiento industrial en la Comunitat

CASTELLÓ. La fabricación de azulejos sigue al alza. Según el último dato ofrecido por la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, en octubre su actividad en los hornos fue un 7,8% más alta que en el mismo mes del año anterior. El porcentaje es algo más bajo que en los meses precedentes, y está muy alejado de las tasas de la primera mitad del año, marcadas por el parón del inicio de la pandemia de covid, pero la actividad fabril del sector cerámico crece, y bastante, al cierre de octubre, a la espera de que pueda sufrir con mayor vigor el impacto de los costes, sobre todo el del gas, en esta recta final del año.

De hecho, en el acumulado de los diez primeros meses, el índice de producción industrial del sector azulejero crece un 24,7%, con lo que poco a poco se acerca al punto con que la patronal azulejera Ascer espera acabar el ejercicio, en torno al 20%, tal y como avanzó Plaza Cerámica. 

El segundo mejor dato de la Comunitat

A pesar de esta ralentización, que poco a poco se aleja del pico de crecimiento del 33% que se alcanzó en abril y mayo, la industria cerámica es la segunda que mejor está funcionando en las factorías valencianas. Tan solo el sector de la maquinaria y equipos crece más, y solo por unas décimas de diferencia (25,1%), en lo que llevamos de año. 

Y en lo que se refiere a octubre, la cerámica ha registrado el mejor dato de toda la industria de la Comunitat. De hecho, entre los quince sectores que analiza el índice de producción industrial, tan solo crecen cuatro: las manufacturas diversas, reparación e instalación de maquinaria y equipo (con un 5,7%); la industria del cuero y del calzado (un 5,6%); el papel y cartón y las artes gráficas (+2,5%) y la industria de la alimentación, bebidas y tabaco (que registra un alza del 0,8%). 

Así las cosas, y pese a las dificultades evidentes, que lastran sobre todo los márgenes de beneficio de la principal industria castellonense (y no poco), el azulejo exhibe todavía músculo a pesar de que las repercusiones de la pandemia son aún evidentes en el comportamiento económico mundial.