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el interior de las cosas / OPINIÓN

El baile de la victoria

7/10/2019 - 

 El 9 d’Octubre era incómodo en aquella casa de Gavarda. Demasiadas pasiones en torno al blau i al sense blau. La gran cuatribarrada que ocupaba una pared de la andana brillaba ese día más que nunca frente al despliegue descomunal de los azules de la planta principal de abajo. Arriba y abajo se estimaban, se idolatraban, pero en el día nacional de este pequeño país mediterráneo saltaban chispas. Pero, los dulces de Sant Donís, calmaban como un bálsamo la jornada festiva. Mi abuela siempre recibía su mocadorà, y el resto de mujeres de la familia, también. La guerra de banderas se intentaba silenciar para celebrar el día del amor, esas horas festivas de la estima. Piuletes i Tronadors para todas. El mazapán de colores recordaba el esplendor de la huerta en unos tiempos en los que la pantanà aún no había arrasado la tierra y sus frutos. Se celebraba el amor por lo grande. Día de los enamorados y día del calor familiar. Aquellos colores y sabores nos unían y nos sabían a gloria. La vida siempre es arriba y abajo.

Nos indignaba a los dos bandos las irrupciones violentas de la ultraderecha en la vida social y cultural, tal como ha pasado en València en un pase de la película Mientras dure la guerra de Alejandro Amenábar. Los gritos de Arriba España y Viva Cristo Rey siguen estremeciendo de la misma manera que lo hicieron en aquella Transición española y valenciana. Son los mismos, España 2000 y aquellos Guerrilleros de Cristo Rey. Son quienes están revolviendo el ambiente y coartando la libertad y la democracia. Los mismos de la siglas de la ultraderecha que se sientan en los parlamentos. Los mismos que han calificado de asesinas, torturadoras y violadoras a las Trece Rosas, las trece jóvenes fusiladas por el franquismo, condenadas a muerte en un consejo de guerra con la acusación de ser "responsables de un delito de adhesión a la rebelión". Fueron fusiladas sin juicio ni garantías, solo defendían un país libre. Menos mal que la asociación Trece Rosas de Asturias va a emprender acciones legales contra el dirigente de Vox, Javier Ortega Smith, autor de tanta difamación. La historia no se puede reescribir y menos interpretarla maliciosamente para provocar confrontación y división. Se trata de una acusación que no tiene precedentes. Difamar y calumniar de esta manera no se puede pasar por alto ni debe salir gratis. 

Recordar a las dieciocho reinas medievales del país valenciano para celebrar este 9 d’Octubre, es una buena iniciativa de la Generalitat Valenciana. Era preciso visibilizar aquellas mujeres que eran poderosas e influyentes y que la historia ha ocultado tras la sombra de sus esposos monarcas

Morella ha sido este fin de semana alta sede de celebraciones, política, cultura, solidaridad y sonidos. Mientras se casaba arriba, en el convento de Sant Francesc, la vicealcaldesa de València, Sandra Gómez, bellísima y radiante, con el morellano Marc Bellvís, jefe del gabinete del conseller Arcadi España, abajo, en la plaza, la plaça de la ciudad de Els Ports, se celebraba otra boda, Estela, también bellísima, se volvía a casar con su marido senegalés Dembo. Los bellos y singulares colores africanos bailaron al son de la mejor percusión. La vida bullía en las calles de esta ciudad amurallada, en modo arriba y abajo. África y sus sueños ocuparon los porches medievales. La calle de la vida. Las vecinas y vecinos de esta pequeña gran ciudad han sentido el paso de la felicidad, del postín, por una parte, como decía algún periódico, y, por otro lado, de la necesaria confluencia de culturas. Un tránsito festivo de dos eventos que fueron fiestas del amor y la felicidad. Ahora, Senegal se incorpora a la vida morellana, un pequeño gesto, un grano de arena colaborador en esta lucha contra la despoblación. El inusual calor del otoño morellano que convive con días de baja temperatura, llenó las terrazas de los bares.

En Canyero, Olga compartía con la buena gente y con esas conversaciones intensas y maravillosas que se generan en sus mesas. Viendo pasar la vida, hablando a gritos para superar los rotundos sonidos de la percusión senegalesa. Sonaban las tracas de arriba, y la mezcla era celestial abajo. Siendo testigos que observan a quienes pasan por la calle, elegantes indumentarias de gala, coloristas vestidos africanos. Casi voyeristas que quieren más y mejor. La política se topó con la calle, encontrándose frente a la realidad de las personas migrantes, frente a quienes no tienen más remedio de escapar de sus países, de sus futuros truncados. Desde la terraza de Canyero se vio pasar la gloria en sus dos concepciones contrapuestas y el amor en todas sus extensiones, son las metáforas de la vida vivida.

Nos indignaba a los dos bandos las irrupciones violentas de la ultraderecha en la vida social y cultural, tal como ha pasado en València en un pase de la película 'Mientras dure la guerra' de Alejandro Amenábar.

Recordar a las dieciocho reinas medievales del país valenciano para celebrar este 9 d’Octubre, es una buena iniciativa de la Generalitat valenciana. Era preciso visibilizar aquellas mujeres que eran poderosas e influyentes y que la historia ha ocultado tras la sombra de sus esposos monarcas. Na Violant d’Hongría, Elisenda de Montcada, María de Luna, Blanca d’Anjou, María de Chipre o Violant de Bar. Todas tuvieron un protagonismo que había que rescatar y recuperar. Na Violant impulsó de forma decisiva la conquista del reino de Valencia en 1238 y participó activamente en la política real. Conquistada Morella, al ceder Jaime I el señorío a Blasco d’Alagón, se reservó la dehesa de Vallivana, que dio a su segunda esposa, Na Violant, pero como a los ocho años (1241) que el caballero de Alagón había concedido su carta puebla a los morellanos, aumentándose en gran medida el vecindario, la reina quiso manifestar el aprecio que les tenía, renunciando en su favor la grande dehesa de Vallivana y Salvasoria, para que sirviese de baldío para los de Morella y aldeas de su jurisdicción.

Según escribía hace unos meses en Valencia Plaza, María Jesús Espinosa de los Monteros, a Violant, los cronistas le reconocen un papel como mediadora y consejera de Jaume I que tenía un enorme respeto por ella. Es curioso que cada 9 de octubre, cuando se conmemora la entrada de Jaume I en València, apenas se reconozca lo fundamental que fue su esposa en esta entrada triunfal. Violant era una mujer inteligente cuyos consejos eran muy bien recibidos por el rey. En la Crònica Real se ve reflejado el amor que se profesaban: “e nós e ella entram alegrament dins lo castell e ab gran alegría menjam”.

Los gritos de 'Arriba España' y 'Viva Cristo Rey' siguen estremeciendo de la misma manera que lo hicieron en aquella transición española y valenciana. Son los mismos de ahora, quienes están revolviendo el ambiente y coartando la libertad y la democracia

Casualmente he visto estos estos días Nueve Reinas, la película argentina que dirigió Fabián Bielinski en el año 2000. En aquella Argentina inestable de Fernando de la Rúa. Surge la historia de dos estafadores seductores que viven al límite, disfrutando del riesgo y habitando un país caótico. Dos magos de la mentira que recuerdan la realidad de un país sumido en el engaño y que nos conducen a ciertos paralelismos de la actualidad política porteña y de la realidad que estamos viviendo al otro lado, en el marco de una guerra comercial prevista y previsible, en el marco de una Europa que debería pasar contundentemente a la acción. Esta guerra de EEUU, y las declaraciones cruzadas con China, que planea sobre nuestras cabezas y nuestras naranjas va a tener graves consecuencias. Europa tiene que defender a este país español que va a sufrir el atropello arancelario de Trump como va a suceder con unos 1.500 productos agroalimentarios de otros países europeos.

Sobre nuestras cabezas planean demasiados conflictos y una realidad retorcida. Fina Cardona-Bosch volvía a celebrar el domingo con un exquisito artículo en CulturPlaza. Voto o vuelo. Votamos o Volamos. Conscients que són moments dèbils, políticament parlant, d’amenaces pactades, de dates i fets nefastos per a la democràcia, per als ciutadans que vivim en una llibertat embastada i que volíem, anys enrere, menjar-nos el món amb bulímia, “de qui tot ho vol, tot ho perd”. A novembre apunten eleccions amb voluntat de gran volada, a la recerca d’un govern ideal, íntegre i també utòpic. 

La historia no se puede reescribir y menos interpretarla maliciosamente para provocar confrontación y división. Se trata de una acusación que no tiene precedentes. Difamar y calumniar de esta manera no se puede pasar por alto ni debe salir gratis

Vamos caminando hacia las elecciones. Ya nos han instalado en este tiempo de estridencias y promesas enormes. En pocos meses se renuevan los votos adquiridos con el pueblo, como esos ruegos y promesas hechas a santos y dioses, ofrendas que buscan recibir el beneficio. Se respira un extraño aire compuesto de indignación y poca esperanza. Los políticos ya visten la ropa electoral, cambiaron el traje y la corbata por los vaqueros y camisas abiertas, remangadas, dispuestos para la faena que se avecina. Son aves que planean sobre nosotros compitiendo por el mejor vuelo. Aves que no logran embellecer el cielo a su paso y que observamos temerosos de que no expulsen sus excrementos sobe nuestras cabezas. Tiempos difíciles que nos encogen y nos llenan de incertidumbre. La ciudadanía emprenderá algún día el vuelo necesario.

Las palabras llenan los vacíos. Mis palabras escritas desde el norte, en la oscuridad, como bien dice Juan Carlos de Manuel. Las aves surcan el cielo planeando sobre la ciudad vieja y vibrante. Ciudad viva y bella. Vuelos cruzados que buscan nuevos espacios donde detenerse. Aves majestuosas que planean sobre nosotros, que se detienen y aletean mostrando el cansancio del viaje. Hay un ave con sus alas heridas. Hay un ave con sus alas rotas. Su movimiento es lento, torpe, pero intensamente bello. Cae la tarde y descubres que emprenden de nuevo el vuelo. Aves que llenan el cielo de colores. Y, entonces, observas, de nuevo, que una de ellas, con sus alas heridas, se alza elegantemente y con toda su fuerza planea sobre su destino. Como si fuera su mejor vuelo... se mueve y se aleja, como si fuera el baile de la victoria.

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