CASTELLÓ (EFE). El Castellón ha conseguido el ascenso a Segunda División tres años después del descenso a Primera RFEF y lo ha hecho impulsado por el uso de nuevas tecnologías como el 'Big Data' que ha establecido su presidente, Bob Voulgaris, que ya hizo uso de ellas en su etapa como directivo en la NBA.
El custodio de la mayoría accionarial, como él mismo se define, aún no ha cumplido dos años al frente del club de la Plana, al que llegó en julio de 2022 y al que ha conseguido hacer campeón en su segunda temporada, pero que acarició el ascenso ya en su primera campaña, en la que quedó eliminado en la final por el ascenso por el Alcorcón.
Voulgaris ha trasladado mecanismos y herramientas que manejaba en la NBA cuando formaba parte de la dirección de los Dallas Mavericks y que se basan en estudios respecto al 'Big Data' para analizar a los futbolistas y las posibilidades de cada jugador o también de los entrenadores, así como de los rivales.
El presidente castellonense nada conocía del mundo del fútbol y menos del español cuando se hizo con la mayoría accionarial del club pero decidió trasladar su conocimiento estadístico del baloncesto al balompié y los resultados hasta el momento han sido difícilmente mejorables.
Precisamente, el uso de las nuevas tecnologías para implantar su modelo de equipo de fútbol le llevó a dar con el entrenador, Dick Schreuder, hermano de Alfred Schreuder, quien fuera ayudante de Ronald Koeman en el banquillo del FC Barcelona y que llegaba al Castellón el pasado verano sin experiencia en el fútbol español y tras ascender al PEC Zwolle a la Eredivise.
El inicio de Schreuder no fue fácil por la barrera del idioma y la implantación de un sistema basado en el ataque total, algo que costó de asimilar en un equipo que ha jugado toda la temporada con tres centrales y con el objetivo en mente de defender atacando, tratando de buscar la portería rival y de no conformarse con el empate. De hecho, ningún partido del Castellón esta temporada ha finalizado sin goles.
En el capítulo personal, Haralabos Voulgaris creó su fortuna mediante el estudio meticuloso de posibles jugadas y anotaciones en la NBA. El presidente es un jugador profesional de apuestas, "analista de apuestas" matizan fuentes del club, y también ha sido director de investigación y desarrollo cuantitativo de los Dallas Mavericks de la NBA.
Las apuestas que Voulgaris hizo en partidos de la NBA y el póker le llevó a amasar una fortuna hasta que en 2010 empezó a colaborar con el presidente de los Mavericks, Mark Cuban. Seis años después pasó a ser trabajador del club y finalmente ocupó el cargo directivo con asesoramiento directo a Cuban hasta que dejó el club en 2021 por desavenencias con Luka Doncic.
Bob, como se le conoce, es greco-canadiense y tiene 49 años de edad. Además, ha sorprendido en estos casi dos años en el club por la presencia inseparable a su lado de Óscar, su perro, que acompaña al presidente allá donde se encuentra. Igual está junto a él en una rueda de prensa en el estadio Castalia, que corriendo y celebrando en el césped del estadio Castalia las victorias albinegras