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La Unió apunta la gran amenaza para el campo valenciano en su balance anual

El cambio climático eleva un 56% los daños al campo valenciano, con la naranja a la cabeza

28/12/2023 - 

CASTELLÓ. La Unió apunta las grandes amenazas para el campo valenciano. En un comunicado, la organización agraria señala que el cambio climático sigue mermando las cosechas y la cabaña ganadera en la Comunitat. Y la prueba más evidente es que hasta noviembre las indemnizaciones por siniestralidad en los seguros agrarios eran superiores a los 95 millones de euros, lo que supone ya un aumento de más del 56% sobre todo el año anterior a falta de un mes.

Los cultivos más afectados son los cítricos, con más de 45 millones de euros de indemnizaciones, seguidos por el caqui con cerca de 30 millones, la uva de vinificación con unos 8 millones, frutales y cereza con más de 3 millones de euros, almendro y hortalizas con 2 millones y olivar con 1 millón. Además, se suman las pérdidas ocasionadas a los sectores ganaderos, tanto por pérdidas en la cabaña como en número de explotaciones agravadas por seguros con normativas poco atractivas, primas elevadas, y no adaptadas a la realidad productiva de la ganadería en la Comunitat Valenciana, señala la entidad.

Estos datos, provenientes de los seguros agrarios, adquieren mayor relevancia porque muchos agricultores y ganaderos no cuentan con pólizas. Por ejemplo, la cobertura del seguro de cítricos o uva de vinificación alcanza solo el 50%-60% de la superficie. Las cifras de pérdidas debidas a la meteorología podrían ser aún más alarmantes.

Para evitar que muchos productores se queden sin compensaciones, La Unió pide que el Gobierno fomente la contratación de seguros con una subvención del 70%, el límite máximo permitido por la Unión Europea, para reducir los costos de las primas.

Descensos productivos en todas las áreas

En su balance anual, La Unió remarca que todos o gran parte de los cultivos han sufrido descensos productivos por diversos motivos este año: un 64% menos de cosecha de cereales en la peor campaña de los últimos veinte años, la de uva de vino un 40% más baja y en zonas como Utiel-Requena hasta un 60% menos, un 4% menos de cítricos, la cosecha de olivas a pesar de mejorar está a la mitad de una normal, los productores de cereza sufren la incidencia de la meteorología...

Para revertir la tendencia, el secretario general de La Unió, Carles Peris, solicita que el Consell aporte ayudas "con fondos propios para que los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana aguanten esas bajadas productivas y los aumentos de los costes de producción. La meteorología adversa requiere un paquete extraordinario de medidas y apoyos económicos para salvaguardar que se sigan produciendo alimentos de calidad".

Más costes y competencia y menos precio

Junto a la meteorología, La Unió destaca otras amenazas que ya afectan al campo de la Comunitat: la subida de los costes de producción, agravada por la guerra de Ucrania; el crecimiento de las importaciones procedentes de terceros países sin reciprocidad, lo que hunde los precios de las producciones autóctonas; la amenaza y lucha contra las plagas importadas; la nueva PAC, que cumple ya un año; o la Ley de la Cadena Alimentaria, que sigue siendo insuficiente para resolver el desequilibrio entre origen y destino.

En cuanto a los costes, "fertilizantes, piensos, combustibles, electricidad,... todo se ha disparado de media el 30%", señala la entidad. Además, también suben los costes en la lucha contra las plagas en numerosos cultivos ante la eliminación de sustancias activas desde Bruselas que luego se permiten a los productos importados, remarca La Unió. Asimismo, aunque las administraciones han dado ayudas para minimizar las consecuencias del conflicto bélico en Ucrania y la sequía, hay productores que se han quedado fuera, como los de viñedo y olivar.

Tras un año de la nueva PAC, La Unió hace un balance "más que negativo por la elevada burocracia y exigencias inútiles para cobrar cierta parte de estas ayudas que además no se priorizan en las personas que se dedican profesionalmente al sector agrario, abriendo las puertas a perceptores que incluso ni viven en las zonas rurales". Así, la organización agraria ha revelado este año que cerca de la mitad de las personas perceptoras de las ayudas directas de la PAC en la Comunitat Valenciana tienen más de 65 años, y el 95% de las mismas son mayores de 40. 

En cuanto a las importaciones, que siguen al alza, la organización agraria remarca que no hay noticia de la revisión del acuerdo de libre comercio con Sudáfrica ni tampoco de que se vaya a considerar a los cítricos como producto sensible a la hora de firmar nuevos tratados comerciales. Esto, unido a la falta de cláusulas espejo (reciprocidad) "va a ser un peligro para nuestras producciones". Y es que "cada vez hay más alertas sanitarias por presencia de plagas y más detección de sustancias activas cuyo uso está prohibido en el ámbito de la UE", remarca la organización.

En cuanto al cambio de Gobierno en la Generalitat, desde La Unió remarcan que "no ha traído nada bueno de momento para los agricultores y ganaderos valencianos" y tacha de "palabrería" la defensa del campo porque "no se traduce en hechos".

Proyectos fotovoltaicos

La Unió también ve en la concentración de instalaciones fotovoltaicas en grandes plantas en suelo agrícola o forestal "una clara agresión al mundo rural que pone en peligro una importante superficie de terrenos agrícolas en plena producción".

Entre los escaso éxitos que La Unió destaca está el hecho de que la empresa pública de la Generalitat que gestiona las parcelas expropiadas a agricultores para la gigafactoría de Volkswagen en Sagunt retirara los recursos y aceptara el precio impuesto por el jurado provincial y que el Tribunal Supremo haya tumbado el recurso de la DO Cava y haya autorizado a usar el nombre de Cava de Requena al cava valenciano, una reivindicación histórica del sector.

Asimismo, destaca el rechazo del Parlamento Europeo a la propuesta de la Comisión para la reducción a la mitad de los productos fitosanitarios para la protección de los cultivos contra enfermedades y plagas y el hecho de que en junio la Comisión Europea incrementase del 20% al 30% la frecuencia de los controles físicos y de identidad para las naranjas procedentes de Egipto.

En cuanto a los retos para 2024, La Unió vigilará la evolución de los precios, ligados a los conflictos bélicos; así como la revisión de la Directiva de Emisiones Industriales que podría expulsar de la producción a miles de granjas avícolas y porcinas de mediano tamaño porque no serían capaces de asumir las nuevas exigencias.

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