CASTELLÓ. El Castellón está siendo paciente en la tramitación de altas de cara a la próxima temporada, consciente de que aún falta un mes y medio para el inicio de la Liga y que los precios del mercado van a ir bajando según se aproxime el plazo para fichar.
Sin embargo, la dirección deportiva no quiere dejar pasar mucho tiempo para establecer una base con la que Sergi Escobar pueda trabajar en el arranque de la pretemporada, programado para el 20 de julio. Actualmente hay 14 jugadores del primer equipo con contrato en vigor, pero el técnico almassorense solo puede contar con 13 debido a la lesión de larga duración de Jorge Fernández, quien no estará operativo antes de enero.
Por ello, el club albinegro trabaja en la incorporación de nuevos jugadores en los días que restan para que el equipo retome los entrenamientos. No sería para cerrar la plantilla, toda vez que se esperan movimientos hasta el final del mercado, pero sí para darle más forma al equipo que iniciará el curso el 28 o 29 de agosto.
El club orellut, que ya ha anunciado cinco altas en lo que va de verano, tiene varios frentes abiertos para ampliar esa cifra y algunos podrían estar muy avanzados. Uno de ellos es el del lateral derecho, con Rubén Sánchez liderando las opciones de llegada. El futbolista del Espanyol B, de 20 años, se incorporaría como cedido, aunque antes renovaría su contrato con el club perico.
Otro objetivo que podría concretarse en breve es el de un delantero. Mario Barco, que jugó en Segunda las cuatro últimas temporadas, es del agrado del Castellón y es una opción que ha ganado fuerza en los últimos días, aunque no es la única que maneja la dirección deportiva del club.
También hay negociaciones abiertas para reforzar las posiciones de central, lateral izquierdo y centrocampista. El Castellón espera poder cerrar alguna de esas opciones de cara al arranque de pretemporada.