CASTELLÓ. El Castellón está a pocas horas de iniciar su ilusionante regreso al fútbol profesional con el duelo que le espera en Ipurúa frente al Eibar. Pero la plantilla del primer equipo no estará cerrada para entonces. El club albinegro tendrá dos semanas más para realizar los movimientos finales de mercado y apuntalar a una plantilla que cuenta, de momento, con siete caras nuevas.
Dick Schreuder dispone ahora de 22 jugadores, cifra que no debería variar notablemente de aquí al 1 de septiembre. Aun así, habrá movimientos de altas y puede que también de bajas con el objetivo de dar un último salto de calidad a la plantilla antes del cierre del mercado.
Una de las posiciones prioritarias es la punta de ataque. Aunque el Castellón ha demostrado capacidad realizadora desde la segunda línea, la presencia de un delantero centro que marque diferencias se antoja necesaria en una categoría más exigente como la Segunda División. Para esa demarcación, el técnico albinegro dispone como único perfil natural de Jesús de Miguel. En esa posición también puede actuar Mats Seuntjens, aunque el holandés suele jugar más como mediapunta y extremo.
Schreuder subrayó al final de la pasada temporada la efectividad en los últimos metros como aspecto a mejorar para este curso, por lo que habrá que ver qué soluciones encuentra el club en el mercado.
El conjunto albinegro también podría buscar jugadores que den equilibrio al equipo a la hora de defender. El estilo de juego atrevido que ha implantado Schreuder requerirá de mucha más atención atrás esta temporada y hasta ahora ha habido pocos movimientos para reforzar esas demarcaciones. Pero puede haberlos en los últimos días de mercado. Un central y un pivote apuntan a ser necesarios para cubrir esos objetivos.
La respuesta estará en esta segunda quincena de agosto, la más activa en los movimientos de fichajes y donde el Castellón intentará redondear la plantilla con jugadores que den otra dimensión al equipo.
