CASTELLÓ. Uno de los grandes retos que tiene el Castellón en este mercado de verano es cubrir con garantías las salidas de jugadores que han sido diferenciales en el equipo, en una plantilla que pretende ser más potente que la que cerró el curso 2022/23.
Una de las bajas más sensibles es la de Giorgi Kochorashvili, jugador prestado por el Levante y que regresa al conjunto granota tras acabar su contrato de cesión. El georgiano, que mostró un nivel alto durante todo el curso en las filas albinegras, especialmente en los partidos de promoción, no tiene un relevo de perfil similar en el mediocentro, posición que acabó ocupando en el play off tras jugar de mediapunta en la fase regular.
Uno de los nombres que aparecen en la lista de futuribles del Castellón es Tarsi Aguado, centrocampista de 28 años que la pasada temporada jugó en la Cultural Leonesa. El navarro se formó en la cantera del Zaragoza, club con el que debutó en Primera División hace diez años y en el que ha sumado 15 encuentros en Segunda.
Tras su etapa en tierras aragonesas, Tarsi ha disputado siete temporadas consecutivas en la categoría de bronce, defendiendo los colores del Bilbao Athletic, Linense, Oviedo B, Calahorra y Cultural. En León ha sido titular habitual en 36 partidos y ha sido elegido por su afición como el mejor jugador de la temporada.
Tarsi ha finalizado su contrato con la Cultural y no parece interesado en renovarlo ante la posibilidad de unirse a un proyecto fuerte en la categoría. El Castellón podría ser una opción, aunque el navarro tendría más pretendientes con aspiraciones de ascenso.
En todo caso, las intenciones de la propiedad que lidera Bob Voulgaris pasan por encontrar un futbolista que cubra el hueco dejado por Kochorashvili y que encaje en el modelo de juego de su nuevo técnico, Dick Schreuder.