CASTELLÓ. El patrón de juego del Castellón desde la llegada de Juan Carlos Garrido está obligando a los orelluts a tirar de máxima efectividad para sumar victorias. Poco importa si los rivales son de la zona alta o baja de la tabla, o si juegan con once o con diez jugadores. Los partidos del equipo albinegro siguen un mismo guion que consiste en encajar muchos golpes y tratar de noquear al rival en las pocas ocasiones que se le presentan, lo que obliga al equipo a ser muy efectivo de cara a puerta.
Hasta ahora, los números avalan la propuesta del preparador valenciano, que ha conseguido ganar seis partidos con esta fórmula y ubicarse fuera de las posiciones de descenso. Sin embargo, en todos estos encuentros, el conjunto de la Plana ha estado a merced de los aciertos o errores del rival, sin un control real de la situación.
Desde el cambio de mando en el banquillo, solo en un partido el Castellón ha disparado más a puerta que su rival. Fue en la quinta jornada de Garrido como técnico orellut, ante el Girona, en un encuentro que acabaron ganando los catalanes por 2-1. En todos los demás choques, los rivales han sido más activos de cara a portería y casi siempre de forma clara.
Y es que los adversarios del Castellón le han doblado en disparos en los duelos directos, con 241 lanzamientos por los 117 que ha realizado el equipo albinegro en 16 partidos. En lo que se refiere a tiros entre los tres palos, el conjunto de la Plana ha efectuado 42, mientras que sus adversarios han sumado 73.
La mejoría defensiva de los albinegros y el buen rendimiento bajo palos de Campos y Whalley han contribuido a que el Castellón haya sacado máximo partido a ese déficit, ya que ha sumado 22 puntos en la tabla clasificatoria. Pero también ha sido clave la efectividad de cara a puerta, sobre todo en partidos como los disputados ante Sabadell, Albacete y Oviedo, donde los rivales pusieron las ocasiones y el Castellón los goles. Ante los asturianos, los de Garrido no dispararon ni una sola vez entre los tres palos y el único gol del partido llegó en propia puerta.
Pero ahora viene la parte más difícil de la temporada, con cinco encuentros en los que el Castellón se jugará su continuidad en la categoría y donde esa efectividad de la que ha hecho gala en la segunda vuelta se pondrá a prueba de forma extraordinaria. Habida cuenta de que los rivales directos vienen apretando fuerte en las últimas jornadas, es probable que el promedio de un punto por partido de las dos últimas jornadas sea insuficiente para asegurar la salvación, por lo que urge sumar un par de victorias más para respirar mejor. En ese propósito volverá a entrar en juego la efectividad de un equipo poco dado a multiplicar su presencia en área contraria.