CASTELLÓ. Los males que azotaron al Castellón fuera de casa la pasada temporada se están superando en el curso actual con unos registros impropios de un candidato al ascenso directo a Segunda División. Los albinegros, que el sábado dieron una versión muy pobre en el feudo del Intercity, están igualados con otros cinco equipos en el farolillo rojo de victorias a domicilio, con solo dos.
Hace un año, por estas fechas, el conjunto que dirigía Sergi Escobar había sumado el doble de triunfos y no era de los mejores visitantes del campeonato. Su registro de puntos también era superior al actual, con 15 unidades, por las 12 de la presente campaña.
Aquel Castellón acabó la temporada lejos de los puestos de promoción, mientras que el de este curso tiene como meta la primera plaza de grupo. En casa se está comportando como un serio candidato al ascenso, pero fuera se le disipan esas hechuras, lo que está aprovechando el Eldense para liderar la tabla con cuatro puntos de diferencia sobre los de Albert Rudé.
Uno de los aspectos que más repercuten en el bajo rendimiento del Castellón a domicilio tiene que ver con los goles encajados. Los albinegros solo han mantenido la portería a cero en dos ocasiones lejos de Castalia. Ambas, de forma consecutiva, en Cornellà y Alcoi, con Rubén Torrecilla en el banquillo.
Con Rudé al frente de la nave, el Castellón no ha sabido mantener a raya los ataques rivales. Y es que los orelluts han recibido algún gol en cada uno de sus ocho últimos desplazamientos, en una racha que se inició antes del fichaje del entrenador actual. En el más reciente de esos choques, ante el Intercity, se ha visto la peor versión defensiva del Castellón, con un déficit de atención preocupante en los dos primeros tantos encajados.
Ese encuentro fue el primero de una serie de dos compromisos del Castellón a domicilio. El segundo se juega esta semana, ante el Amorebieta. El equipo vasco llega a esta jornada luciendo una racha de seis jornadas sin perder y situado a solo tres puntos de los albinegros. Todo un reto para un Castellón que necesita mejorar a domicilio para mantener sus esperanzas de ascenso directo.