CASTELLÓN. Al Castellón se le ha agotado el margen de error en su lucha por continuar en Segunda División B. Aunque falta mucho campeonato por delante para enjugar los cinco puntos de déficit que tiene respecto a los equipos que cierran los puestos de permanencia, el conjunto albinegro tendrá que hacerlo con números cercanos a play off en los 21 partidos que le quedan por delante. Es lo que ocurre cuando una secuencia tan mediocre se prolonga durante casi media temporada.
De esta forma, el equipo orellut, que ha sumado un 25,4% de los puntos disputados esta temporada (13 de 51), deberá doblar esos registros en los 63 puntos que restan por delante para obtener números de permanencia. Como quiera que la salvación se suele mover por los 45 puntos, los albinegros tendrían que añadir 32 más a los 13 que llevan cosechados, lo que se traduciría en un 50,8% de lo que falta por disputarse. Es exactamente el doble de lo que ha promediado en lo que va de curso.
Las matemáticas dicen que las opciones se mantienen intactas, pero la realidad dice que, para conseguirlo, la productividad del equipo debe pasar de nivel colista a nivel play off de un día para otro, algo muy complicado con la plantilla actual.
Con la llegada del tercer entrenador esta temporada, Óscar Cano, cuya labor es aún pronto para valorar, el club mantiene su esperanza en los refuerzos que puedan llegar en el mercado de invierno. Eso sí, esperando que los encargados de fichar estén más acertados que en verano.