Foto: Carme RipollésCASTELLÓ. La campaña de abonados del Castellón, que se presentará próximamente, no será una más en el club de la Plana. El salto de categoría al fútbol profesional y la demanda del último año, superior a la capacidad de Castalia, condicionarán las posibilidades de adhesión de un buen número de aficionados deseosos de adquirir un carnet.
Por ello, la entidad castellonense tendrá que tomar decisiones importantes, ya que la previsión para el nuevo curso es de una demanda superior a la de hace un verano.
El Castellón no ha establecido aún el tope de abonados definitivo para la campaña 2024/25, pues no conoce por el momento la cifra exacta de carnets que puede poner a la venta. Dependerá de cómo queden las obras de Castalia y de las exigencias de espacio de LaLiga para las retransmisiones de televisión y demás.
Pero su previsión de números es similar a la pasada campaña, cuando se estableció un límite de 13.183 abonados. En aquella temporada se tuvo que poner el freno de mano tras cinco semanas de campaña, dejando sin abono a más de mil personas que se quedaron en lista de espera. Y es que, además de las plazas para los abonados, el club tenía que reservar 300 asientos para la afición visitante y 900 entradas para su venta en día de partido. El resto de asientos correspondían a compromisos comerciales y de club.
Este año la demanda apunta a ser mayor con el equipo en Segunda División. El club sabe que no podrá satisfacerla al completo, pero busca fórmulas para dar cabida al mayor número de gente posible.
Una de las decisiones ha sido reducir los pases a colaboradores y patrocinadores. Esta medida podría liberar algo de espacio para facilitar más abonos, pero también hay posibilidad de que LaLiga exija más sitio para ubicar cámaras para las retransmisiones de televisión. Así las cosas y hechas las sumas y las restas aproximadas, el club prevé un tope similar al de la pasada temporada.
El Castellón podría lanzar su campaña de abonados la próxima semana.
