CASTELLÓ. La trayectoria reciente del Lugo, rival del Castellón este domingo, plantea un escenario diferente al previsto hace unas semanas en la pelea de los albinegros por escapar del descenso. El equipo gallego, que navegaba en aguas tranquilas hasta hace pocas semanas, se ha complicado la vida tras una racha de siete partidos sin victoria y el segundo peor balance de puntos de la segunda vuelta, lo que le acerca a las posiciones bajas de la tabla.
La dinámica de los lucenses es opuesta a la del Castellón, que ha sumado siete puntos en los tres últimos partidos que ha disputado y que ha encontrado la contundencia que tanto le faltaba en las dos áreas.
Los albinegros visitan a un rival que ha perdido la costumbre de ganar y que no ha hallado el revulsivo esperado con su segundo cambio de entrenador de la temporada. El fichaje de Luis Ángel César como sustituto de Mehdi Nafti ha dejado, hasta ahora, un balance de dos empates en otros tantos partidos. El más reciente, ante el Girona, se produjo después de un gol encajado en el minuto 90 que le privó de llevarse el triunfo frente a un adversario que estaba en inferioridad numérica.
La mala dinámica de los rojiblancos puede provocar una reacción que acabe pagando el Castellón, pero también puede ser un arma que los albinegros aprovechen para dejar más tocado a un adversario que no se encuentra en un gran momento anímico.
En caso de que el equipo de la Plana se lleve el triunfo, se acercará a solo tres puntos del Lugo, que se meterá de lleno en la lucha por no bajar antes de enfrentarse a otro rival que está en esa pelea, el Sabadell.
Para los gallegos, el partido de este domingo será la posibilidad de encontrar una tranquilidad clasificatoria en la recta final del campeonato, o la condena a un sufrimiento que podría poner en riesgo su continuidad en la categoría.