CASTELLÓ. El Castellón está convirtiendo en tendencia los cambios radicales en la composición de sus plantillas. Desde que abandonó la Tercera División, el conjunto albinegro ha contado con equipos muy transformados de un año para otro.
En la temporada 2018/19, los orelluts, recién ascendidos a Segunda B y comandados por José Miguel Garrido, incorporaron 17 futbolistas en el mercado de verano y otros ocho en el de invierno, salvando la categoría en el último suspiro.
Un año después, con Capital Albinegro recuperando el control del club, llegaron diez novedades en el mercado estival y otras cuatro en el invernal. Además, el Castellón fichó al estadounidense Josh Pérez a pocas semanas del play off de ascenso, pero este jugador nunca llegó a debutar, ya que dos meses después, con su equipo ya ascendido y sin minutos disfrutados, rescindió su contrato.
En el curso 2020/21, el club albinegro dio cabida a 11 jugadores nuevos antes del inicio de la Liga y a otros cuatro en la segunda vuelta. Muchos de estos futbolistas ya están desvinculados del Castellón, ya sea porque han finalizado contrato, o porque han ejercido una cláusula de liberación por descenso. Esto obliga a los orelluts a contar otra vez con muchas caras nuevas para su próximo proyecto.
A falta de que la Federación Española de Fútbol confirme el tope de fichas permitido para jugar en la nueva categoría que ha instaurado, la proyección de novedades para este año se sitúa en unas 15, teniendo en cuenta que muy pocos de los jugadores del pasado curso seguirán vistiendo la camiseta del Castellón.
De los futbolistas que llegaron como caras nuevas la pasada temporada, solo aspiran a seguir algunos de los que acabaron la campaña jugando como cedidos en Segunda División B. A ellos se les unirían varios de los que contribuyeron al ascenso a la Liga Smartbank hace un año. Serán muy pocos, en todo caso, lo que llevará al club a tramitar muchas altas.
Por otra parte, se espera que la plantilla de la próxima temporada sea mucho más reducida que la del curso pasado, con una nómina muy inferior a los 29 futbolistas que dirigió Óscar Cano en el arranque de la Liga 2020/21.