El Castellón se enfrenta a cuatro equipos de la zona baja antes de que acabe el año

CASTELLÓN. Aunque el Castellón se haya fijado metas elevadas en su regreso a Segunda División B, la realidad sitúa al equipo en puestos de descenso y sin victorias en 12 jornadas, lo que obliga a replantearse los objetivos. Por ello, la porción de calendario que viene a continuación, frente a equipos del grupo de cola de la clasificación, adquiere una importancia extraordinaria pues, ahora mismo, son rivales directos en la lucha por salir de abajo.

El equipo de David Gutiérrez tiene seis partidos por delante antes del final de año, de los cuales cuatro son frente a oponentes que, actualmente, ocupan las siete últimas posiciones. Otro de ellos, el Olot, está a mitad de tabla, aunque cuenta con una plantilla diseñada para luchar por la permanencia. La pasada temporada logró mantener la categoría de forma agónica y el bloque de entonces se ha conservado para este ejercicio. El conjunto gerundense será el próximo rival del Castellón, este domingo, a las 16:30 horas, en tierras catalanas.

Después de ese choque, los albinegros recibirán al histórico Alcoyano, que no pasa por su mejor momento tras dos derrotas consecutivas y que se encuentra con los mismos puntos que el equipo que abre el descenso, el Valencia-Mestalla, aunque fuera de esas posiciones. A continuación, el Castellón visitará al Ejea, un recién ascendido que está ubicado en posición de play off de descenso.

Después de esa secuencia, el cuadro orellut se medirá ante el único rival de arriba que le queda antes de despedir 2018: el Sabadell, quinto clasificado y que ha sumado 14 de los 18 últimos puntos que ha disputado. Será una piedra dura antes de retomar el contacto con los de abajo, con la visita al Peralada, actualmente en descenso, y el choque en Castalia ante el Conquense, rival al que ya se enfrentó en septiembre en la Copa del Rey, cosechando la única victoria hasta ahora en partido oficial.

No serán adversarios cómodos en un grupo donde nadie da facilidades, pero deben medir la reacción de un Castellón que está a cuatro puntos de la salvación y que necesita sumar de tres en tres cuanto antes.