CASTELLÓ. El entrenamiento matinal dirigido este miércoles por Rubén Torrecilla no ha sido uno más para el Castellón. Y es que el técnico y la plantilla del club albinegro han cambiado su lugar de trabajo habitual en Castalia para estrenar las renovadas instalaciones de Marina d’Or en Oropesa, donde permanecerán de forma indefinida.
Este cambio era unas de las prioridades de la nueva propiedad encabezada por Bob Voulgaris, que consideraba “inaceptable” que el Castellón entrenara en el mismo campo en el que disputaba sus partidos como local. Por ello, el Consejo de Administración ha realizado una inversión en mejoras de las instalaciones oropesinas con el fin de regresar a esos terrenos, donde el equipo orellut venía trabajando en las últimas campañas.
Estas reformas, que incluyen la instalación de vestuarios y un gimnasio, aún no se han completado, pero el club ha decidido realizar el traslado ahora coincidiendo con los trabajos de resiembra de la hierba de Castalia, que se han iniciado esta semana, y que los terrenos de Marina d’Or sí que están habilitados para ejercitarse.
El cambio de césped en el estadio municipal se está realizando ahora aprovechando que no habrá fútbol oficial en este recinto hasta el 26 de noviembre y coincidiendo con una época del año en la que el rectángulo de juego sufre un mayor deterioro debido al frío y la lluvia. Además, el césped de Castalia ha sufrido un castigo extraordinario desde julio, ya que ha sido utilizado a diario durante cuatro meses para entrenamientos y partidos, por lo que su resiembra era de vital necesidad.
Ante la indisponibilidad del estadio de la capital de la Plana durante estas semanas, el Castellón ya trabaja en Oropesa para preparar sus próximos compromisos. Esta semana se ejercita hasta el jueves antes de disfrutar de tres días de descanso, ya que hay parón liguero el 12 y 13 de noviembre. Luego regresará el lunes pensando en el choque frente al Nàstic de Tarragona, que se disputará el 19 de noviembre en el Nou Estadi.
A falta de que finalicen del todo las obras de reforma de las instalaciones oropesinas, Marina d’Or se convierte en un objetivo cumplido para el equipo de gobierno de la entidad, que desde el principio pretendía que Castalia se utilizara exclusivamente para la competición oficial. Pero no es la meta final, ya que el club sigue buscando una Ciudad Deportiva propia que signifique un salto de calidad en la profesionalización del club.