CASTELLÓ. Entre las consecuencias no sanitarias del coronavirus, que no son pocas, se encuentra la prolongación de los procedimientos administrativos, lo que ha perjudicado a numerosas empresas. Un ejemplo está en la nueva adjudicataria de la Residencia del Pinar del Grau de Castelló, Gesmed, que más de siete meses después de ser designada como la gestora de las instalaciones todavía no ha podido acceder a las mismas.
De hecho, todavía no se ha procedido a la formalización del contrato. Y es que la paralización de los trámites adjudicatorios debido al estado de alarma por el coronavirus durante más de dos meses, unido a las alegaciones a la adjudicación que presentó Sar Residencial y Asistencial, que fue desestimado por el Tribunal Central de Recursos Contractuales pero que paralizó la tramitación durante otros dos meses, han motivado la prolongación de los plazos.
La oferta de esta compañía quedó desestimada por ser considerada anormalmente baja y su recurso al tribunal dependiente del Ministerio de Hacienda no ha cambiado esta consideración.
Ahora se ha conocido una adecuación de tarifas que por otra parte han dejado de tener razón de ser, ya que entre ellas se incluye la anualidad para 2019, cuando debía de comenzar a gestionar la residencia la nueva adjudicataria. Con todo ello, la compañía valenciana, en la que también hay capital castellonense a través del grupo Simetría, todavía deberá esperar un poco para sustituir a La Saleta Care en la residencia grauera y hacerse con un contrato de 11,5 millones de euros, uno menos del presupuesto de licitación.
Durante la situación de crisis sanitaria se registraron casi 14 millones de contagios y más de 122.000 muertes, de las cuales un 8,65% se produjeron en la Comunitat Valenciana
