CASTELLÓ. La plaga conocida como el cotonet de les Valls, que llegó procedente de Sudáfrica en 2009, ha tomado en lo que llevamos de año una fuerza desmesurada y las administraciones buscan ya cómo frenarlo en la próxima campaña. La difícil lucha contra este parásito, ahora eminentemente biológica, ha motivado que tanto la Conselleria como el Ministerio de Agricultura hayan celebrado este miércoles sendas reuniones para abordar cómo frenar la proliferación de este insecto.
No en vano, son los propios agricultores los que piden celeridad en los trámites para implementar esta lucha biológica, algo que no extraña vista la impotencia para controlar la plaga a raíz de la prohibición, desde abril, de la utilización de los principales insecticidas para tratarlo, todos con el metil clorpirifos como sustancia activa.
Así las cosas, superada en esta campaña la época en que el cotonet más puede afectar a la naranja (provoca el daño principalmente en las primeras fases de cuajado del fruto), la vista está puesta en la próxima. Dado que no se va a poder utilizar el metil clorpirifos, la lucha contra el Delottococcus aberiae se basará fundamentalmente en la suelta de su depredador natural, también importado de Sudáfrica, el Anagyrus aberiae, cuya suelta masiva por fin ha autorizado este verano el Gobierno.
Pero para ello primero ha de haber suficientes parásitos de la plaga y existir una red de insectarios capaz de distribuirlos por el territorio. Y aquí es donde surgen las dudas de los agricultores. "Vamos excesivamente lentos", señalan desde las organizaciones agrarias, que, junto con el Comité de Gestión de Cítricos, este miércoles se han reunido con la consellera Mireia Mollà para analizar el asunto.
Mollà ha anunciado la construcción de insectarios y la utilización de los de los comercios y cooperativas que han mostrado su voluntad de colaborar con la Administración en esta cruzada contra la principal plaga que a día de hoy afecta a los cítricos en la Comunitat Valenciana. Para esto último es necesario firmar un convenio de colaboración con las empresas, pero se necesita cobertura legal desde el Ministerio y todavía se ha de tramitar. También ha de ser así en la construcción de los insectarios y en la cría de los parásitos del cotonet, de los que no hay suficientes a día de hoy.
En cuanto a la distribución de feromonas que dificulten la reproducción de la plaga citrícola, Mollà no ha dado detalles de cómo se procederá. Por ejemplo, para el control de la mosca de la fruta es la empresa pública Tragsa la que se encarga de ello y en el caso del cotonet aún no se sabe cómo se procederá.
Ambas medidas también se incluyen en el plan de acción que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ultima en coordinación con la Comunitat, Andalucía, Murcia y Cataluña, las cuatro zonas productoras de cítricos del territorio estatal. Así lo ha abordado en una reunión virtual este miércoles el director general de sanidad de la producción agraria, Valentín Almansa, con sus homólogos autonómicos.
El plan, que el ministerio prevé presentar este mismo mes al Comité Fitosanitario Nacional, "prioriza el control biológico con los depredadores y parasitoides autorizados, ya que este constituye el pilar sobre el que debe pivotar la sostenibilidad del método", ha informado en un comunicado. Asimismo, y junto a las feromonas, también incluye tratamientos fitosanitarios, pero sin el clorpirifos, estos solo serán efectivos "si logramos reducir la población de cotonet", señalan los agricultores.
Por ello desde las organizaciones agrarias piden celeridad a la Administración. No en vano, "en el primer trimestre" ya deben estar construidos los insectarios o resuelta la colaboración con los privados. Asimismo, también se debe haber autorizado la compra de las feromonas... y, como ellos mismos apuntan, los trámites administrativos no son sencillos.
"Los daños producidos por el cotonet han sido cada vez mayores y, ante los reportes emitidos por el sector antes del verano, el MAPA ha trabajado en la búsqueda de soluciones", señala el ministerio en su comunicado. Esto ha despertado a los técnicos de Madrid. No en vano, como también reconoce el gabinete encabezado por Luis Planas, la plaga "se ha encontrado este año en el sur de Cataluña".
La noticia llega después de que en agosto se declarase su llegada a Murcia, lo que se suma a la expansión por la Comunitat. Aunque está presente en numerosas comarcas valencianas, en muchas su afección ha sido mínima porque ha llegado ya con el fruto cuajado. De ahí el interés en encontrar vías para reducir el daño que provoca el cotonet en la próxima campaña. Y es que, en las zonas con mayor presencia, como la Plana Baixa y el Camp de Morvedre, la fruta afectada ronda el 25%, indican los productores.
