CASTELLÓ. El Castellón ha mostrado la importancia de un buen banquillo en los dos partidos que ha disputado hasta ahora en la fase de ascenso y de un entrenador que sepa utilizarlo de manera inteligente.
La victoria frente al Deportivo en la ronda inicial ha permitido brillar a los titulares, pero la aportación de los suplentes en este duelo ha sido igual de importante.
Ya en el partido de ida se comprobó la superioridad del banquillo del Castellón respecto al del conjunto gallego. Así, jugadores como Carles Salvador, Raúl Sánchez y Pablo Hernández dieron otro nivel al equipo orellut en un segundo tiempo en el que el Castellón fue mejor. Una semana después, en Castalia, se repitió el patrón, con Fabricio, Cubillas y de nuevo Pablo Hernández marcando diferencias en un partido que se resolvió favorablemente en la prórroga.
El Castellón ha sabido nutrirse de esos revulsivos coincidiendo con un periodo de paz total en su enfermería al estar disponibles todos los futbolistas de la plantilla. Esta buena racha ha permitido a Albert Rudé contar con más soluciones desde el banquillo. El técnico las ha sabido explotar de manera acertada, eligiendo a los jugadores adecuados en los momentos indicados.
La buena noticia es que el Castellón sigue sin lesionados y, en principio, regresará a los entrenamientos, este miércoles, con toda la plantilla disponible para preparar la ida de la final frente al Alcorcón.
El choque del pasado domingo frente al Deportivo dejó secuelas físicas en algunos futbolistas, pero sin comprometer sus opciones de jugar este fin de semana. Así, Rudé volverá a disponer de muchas opciones para formar un once de garantías, dejando un banquillo profundo y diverso para los minutos finales.
Este fondo de armario puede tener su incidencia en una eliminatoria en la que cada detalle valdrá su peso en oro para lograr el objetivo del ascenso.
