CASTELLÓ. El Gobierno prevé continuar con el veto a la circulación de camiones por la N-340 entre Nules y Torreblanca a pesar de que la autopista AP-7 es gratuita y ya es utilizada por la mayor parte de los vehículos pesados. Así lo ha destacado el portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, quien preguntó recientemente al Ejecutivo estatal "si va a compensar a los comercios afectados por la prohibición de circular a los camiones por la N-340 entre Nules y Torreblanca desde 2014, o si va a mantenerse la prohibición en este tramo una vez recuperada la gratuidad de la AP-7".
En su respuesta, el Gobierno señala: "Las restricciones temporales a la circulación para la mejora de la seguridad vial en tramos con elevada siniestralidad que afectan a la provincia de Castellón se van a mantener a lo largo del 2020. En lo relativo a la posible compensación económica, se considera que la medida de regulación del tráfico adoptada no genera ningún derecho a la compensación económica a los titulares de los comercios establecidos en el tramo de la N-340 afectado por tal medida. No obstante, se estudiarán las reclamaciones patrimoniales que, en su caso, puedan formular los comerciantes que se consideren perjudicados por dicha medida".
Para Mulet, "que hablen de temporalidad a una medida que se arrastra desde hace 2014 y ha supuesto la ruina de decenas de negocios, suena a sorna". El senador de Compromís recuerda que faltaba clarificar "la situación de este vial después de que el pasado 1 de enero la AP-7 revertira a la Administración pública y se eliminaran los peajes tradicionales". Mulet recuerda que a principios de 2014, "sin previo aviso, se impuso la medida improvisada de desviar el tráfico pesado desde la N-340 entre Torreblanca y Nules, lo cual ocasionó la ruina absoluta de muchos establecimientos de la zona, que vivían directamente de dar servicio a los transportistas. El entonces subdelegado del Gobierno por el PP no supo explicar si la medida era temporal o permanente, y hemos visto cómo decenas de actividades económicas se han ido al traste, comercios de restauración especialmente".
Mulet afirma que, dado que la medida llegó "sin avisar", pilló a muchos de los hosteleros "con grandes inversiones de renovación muy recientes, no se dio tiempo a reconvertir la actividad o buscar una nueva ubicación, llevando a muchas familias a la ruina, y más ante el desconocimiento de si esta actuación tenía fecha de caducidad o no". Comercios de les Alqueries o la Ribera de Cabanes "están sobreviviendo casi de milagro, esperando un futuro incierto que ahora tampoco se disipa", apunta.
Asimismo, el senador nacionalista señala que la CV-10 y la CV-13, las dos vías que absorbieron mayormente el tráfico de la N-340 al ser gratuitas, son vías (una continuidad de la otra) "de un solo carril por sentido, con una pendiente grandísima, que se ha convertido en una ratonera donde se repiten los accidentes".
Mulet también señala que el Gobierno "estudia justamente ahora la aplicación de peajes blandos" en la AP-7, lo que podría devolver tráfico a la CV-10 y la CV-13. En este sentido, el senador pregunta "cómo piensa implicarse el Gobierno en la mejora de la CV-13, pues ha sido el responsable de disparar la siniestralidad de este vial no diseñado para este uso impuesto".