CASTELLÓ. Uno de los dos insectos vectores de la peor plaga que en el mundo afecta a los cítricos, el greening o dragón amarillo, se expande por la Península Ibérica. La consejería cántabra de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente alertó este lunes de la presencia en esta comunidad de la psila africana de los cítricos (Trioza erytreae), de la que hasta ahora solo se conocía su existencia en Galicia y el norte de Portugal, aunque tiempo atrás también se habló de la posibilidad de que se hubiese propagado hacia el sur del país vecino, acercándose de esta manera a una gran zona productora, Huelva.
Aunque la detección en Cantabria está todavía muy lejana de la Comunitat Valenciana, la expansión de la psila africana, de la que ha sido detectada un primer brote en la localidad cántabra de Mogro, en el término municipal de Miengo, es un serio aviso de que algún día el insecto llegará al territorio autonómico, algo que consideran todos los expertos.
Esta es la razón por la que ya el año pasado el Institut Valencià d'Investigacions Agràries (IVIA) realizase una primera suelta del predador natural de la psila, la avispilla Tamarixia dryi, traída ex profeso del continente africano para este fin. Y es que, aunque el greening no se ha detectado en España, dado que no existe curación para la enfermedad, la única forma posible de frenar su expansión cuando llegue será a través del insecto vector.
Además, el psílido por sí mismo ya causa una grave afección a los cítricos. Y es que este es un insecto chupador de origen subsahariano que afecta a naranjos y mandarinos, así como al resto de los cítricos, a los que llega a provocar el deterioro de la calidad y el sabor del fruto, e incluso puede causar la muerte del árbol en pocos años, debido sobre todo a la cría de sus ninfas.
Ahora, con el fin de tratar de erradicar este primer brote y evitar su dispersión, algo a lo que ya se ha renunciado en Galicia y Portugal debido su extensión, el Gobierno de Cantabria inspeccionará la zona afectada y sus alrededores para delimitar su extensión y destruirá los brotes afectados para posteriormente quemarlos o enterrarlos en profundidad.
