CASTELLÓ. Parte del equipo investigador del Proyecto Life Hypobrick, coordinado por el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-AICE) junto a varios miembros del consorcio se ha desplazado a Illescas, (Toledo) en donde tiene su sede Cerámicas Mora, reconocida empresa ladrillera participante en el proyecto. Allí han celebrado la 2ª Reunión Anual de Life Hypobrick, que cuenta con la financiación de la Unión Europea.
Este jueves concluye la segunda jornada de la reunión en la que se han abordado los pasos para la obtención de ladrillos para la construcción en los que se han empleado residuos procedentes de otros sectores y en donde se elimina la etapa de cocción, una fase que consume el 90% de la energía del proceso productivo. Life Hypobrick pretende ayudar a industrias como la ladrillera, que hacen un uso intensivo de energía, a alcanzar los objetivos marcados por la UE en materia de reutilización de residuos, maximización del reciclaje, cambios en las tecnologías del proceso, reducción de consumo energético y emisiones de CO2 y otros compuestos nocivos a la atmósfera. Por eso, se introduce en el proceso la tecnología de la activación alcalina en sustitución de la cocción: un proceso de curado de los ladrillos que se lleva a cabo a muy baja temperatura y sin producir emisiones.
Durante la estancia en Cerámicas Mora, su Director Técnico, Diego García, ha querido poner de manifiesto su compromiso con el medioambiente abordando en sus instalaciones la construcción de un prototipo ad hoc para obtener este tipo de ladrillos sostenibles: “Es algo que llevamos inscrito en nuestra genética como empresa desde los orígenes. El proyecto original de nuestra fábrica, hace ya 50 años, se gestó desde un principio optimizando la utilización de la energía y el aprovechamiento máximo de los recursos naturales. Por eso, utilizamos combustibles limpios y reutilizamos la energía obtenida, con el fin de generar el menor impacto al medio ambiente y disminuir los gases de efecto invernadero, siguiendo en todo momento los protocolos internacionales y la tecnología más vanguardista en el sector (MTD) o Mejores Tecnologías Disponibles".
García también ha explicado que "la oportunidad de trabajar en el proyecto Life Hypobrick nos parece un desafío al que podemos contribuir con nuestra experiencia y conocimiento y que sirva para demostrar que es posible que la industria ladrillera en Europa pueda producir con elevados niveles de calidad y de un modo que impacte lo menos posible en el entorno. Por eso hemos aportado nuestra labor y compromiso, para que Life Hypobrick se pueda implantar y replicar en lo posible en la industria ladrillera, y que esta cumpla con los objetivos marcados por la Unión Europea en materia de desarrollo sostenible, la implantación de la economía circular en las industrias fabricantes de ladrillos, además de eliminar las emisiones a la atmósfera de estos gases y compuestos nocivos”.
La introducción de una novedosa tecnología en el proceso, en lugar de pasar por la cocción, utiliza una solución alcalina en lugar de agua, mientras que también hay un cambio en el conformado del ladrillo, que se lleva a cabo por prensado plástico en lugar de utilizar el tradicional método de extrusión.
Con motivo de esta 2ª Reunión Anual de Life Hypobrick, los participantes han podido ver in situ el dispositivo y trazar la planificación para poder llevar a cabo pruebas a escala industrial.