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A CORTO PLAZO / OPINIÓN

El lodazal del salario mínimo

12/12/2018 - 

 Ahora que se habla poco o menos del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), igual es un buen momento para reflexionar con un poco más de tranquilidad sobre lo qué es, sus implicaciones, qué esconde y ya puestos, sacarlo del lodazal ideológico en el que anda sumergido.

Desde que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pactaran una subida del 22% el pasado mes de octubre, dentro de los acuerdos para los Presupuestos Generales del Estado del 2019, se abrieron paso dos argumentos polarizados, a favor y en contra. La bondad o maldad medida según la preferencia entre salario o paro.

El Salario Mínimo Interprofesional es el sueldo mínimo que todo trabajador debe percibir por una jornada legal de trabajo e independientemente del tipo de contrato.

Sería bueno repasar los componentes del SMI y su cálculo. A priori, el SMI se calcula teniendo en cuenta la evolución de datos macroeconómicos como son la evolución del Índice de Precio al Consumo (IPC), la Productividad Nacional, la Renta Nacional y la situación de la economía general y del Estado en particular; con esos datos, el Gobierno precisa cuanto debe subir el SMI. Parece muy científico, pero me asaltan las dudas. Nuestra economía no ha variado en un año, ni en los últimos cinco un 22%. A lo mejor la deuda pública, pero creo que eso resta para el SMI. Supongo que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se han sacado la cifra de la “chistera mágica de la voluntad irreductible de la libertad verdadera del pueblo que hace lo que debe y cuida de la gente…”.  Yo soy más de las cifras que salen del bolso de una conocida niñera “de la fantasía de la libertad de los verdaderos soñadores que no cuentan penas porque no le salen las cuentas...” ¿Absurdo verdad? Pues eso, 22%.

Aclarado el método de cálculo, sus efectos obviamente no van a ser positivos. Maticemos, existe una alta probabilidad de que sus efectos no sean positivos. En este punto deberemos ser cuidadosos, esto no significa que los salarios no deban incrementarse, lo que no deben hacerlo es por el método de la chistera ni del bolso. Quizás esto suene impopular, pero, el objetivo de un empresario y de una empresa, no es la creación de puestos de trabajo como el que colecciona sellos, el objetivo es cubrir una necesidad ganando dinero.

el paro no es bueno ni a los veinte ni a los cuarenta, por más cursos de reciclaje que se hagan

Da igual si cubrir esa necesidad gusta mucho, poco o nada, a mí me gusta lo que hago y no trabajo gratis, conozco a mucha gente que les gusta su trabajo, pero no les gustaría trabajar por menos dinero, de hecho, todos quieren cobrar más, por no hablar de los que no les gusta su trabajo, ellos también quieren cobrar más por hacer algo que encima no les gusta; alguno hay que no le importaría cobrar un poco menos haciendo lo que hace, los llamaré románticos por decir algo positivo de ellos, y por cierto, también hay gente que se ha bajado el sueldo en crisis para evitar el despido de compañeros de trabajo y el suyo propio, a estos últimos, gracias, renunciar es difícil, sean conscientes o no, esta solución creo que fue la más acertada a mi parecer fruto de la necesidad individual, el paro no es bueno ni a los veinte ni a los cuarenta, por más cursos de reciclaje que se hagan, la mejora continua se consigue trabajando en el día a día dentro de las empresas. Estar mucho tiempo en el paro incrementa las barreras de entrada y volver a la categoría laboral que se tenía.

Definir el concepto de salario no es complicado, determinar el importe sí que lo es, podemos enzarzarnos en discusiones sobre la productividad, pero cuantificar en términos tan concretos dentro de un puesto de trabajo individual es muy complicado y si bien encontraríamos puestos de trabajo medibles, no lo podríamos extrapolar a todos, deberíamos recurrir a la chistera o el bolso para encontrar esa fórmula mágica. Podemos, por aproximación, ver si existen puestos de trabajo que sean más o menos requeridos, pero no determinar una cifra numérica que adicionalmente, su resultado se verá afectado por la habilidad de la persona que ocupe el puesto que la desarrolla.

Los salarios están determinados por el tipo de economía que tenemos

Creo que ha quedado bastante claro que no soy de los que considera que el salario se pueda incrementar a dedo, como el que otorga una subvención. Los salarios están determinados por el tipo de economía que tenemos y pueden mejorar como consecuencia de varios factores, por un lado, el conocimiento y la educación, que conforman la base, cuánto conocimiento tenemos, cuanta capacidad de obtener nuevo conocimiento y cual es nuestra capacidad para transmitirlo. La exigencia en educación es fundamental, no puedes esperar grandes sueldos si convertimos la enseñanza en guarderías a la espera de que la mayoría de edad cambie el problema de ministerio. Por otro lado, los factores de capitalización de nuestra economía, no es lo mismo arar un campo con dos bueyes que con un tractor, la libertad económica, el coste de oportunidad de cambiar de trabajo, la movilidad, el efecto impositivo también es importante en la composición del salario.

No deberíamos caer en la trampa en la que parece que son los políticos los que, anunciando una subida del SMI, están arreglando un desajuste del mercado que no funciona según los códigos de buenas prácticas, según su saber leal y entender. Lo que están haciendo es tapar un problema que generaron mucho antes, con una educación cada vez menos exigente, una regulación cada vez más rígida y una tributación cada vez más alta.


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