CASTELLÓN. No hace todavía dos años desde que el Menador mudó su piel para reconvertirse en un espacio cultural. Hasta entonces, sus paredes -con más de 4.000 metros cuadrados por delante- habían permanecido vacías. Sin embargo, un acuerdo entre el Ayuntamiento de Castelló y la Universitat Jaume I posibilitó su reformulación en febrero de 2017 a fin de "potenciar y enriquecer" la oferta artística y académica que impregna la ciudad. En efecto, desde entonces se han organizado más de 300 actividades, dotando al centro de al menos tres o cuatro citas semanales. Sin embargo, tal envergadura de programación no ha ido acompañada durante este tiempo por una plantilla de trabajo propia. 

Hasta la fecha, la gestión del mismo espacio ha corrido a cargo de los técnicos de ambas instituciones, es decir, desde la UJI han estado involucrados trabajadores del Servei d'Activitats Socioculturals (SASC) y del Servei de Comunicació i Publicacions, o incluso se ha requerido la ayuda de la Llotja del Cànem para las semanas de máximo trabajo. También, desde el Ayuntamiento se ha implicado personal propio no contratado para desempeñar labores de ningún tipo organizativo. Por ello, conscientes de que tal problemática no debería seguir así durante más tiempo, la vicerrectora de Cultura de la Jaume I, Carmen Lázaro, y la regidora de Cultura de Castelló, Verónica Ruiz, se han reunido para empezar a trazar un documento que posibilite la contratación de al menos "uno o dos empleados", tal y como ha podido saber este medio.

"No podemos permitir que nuestro personal desempeñe tantas tareas a la vez, porque no es operativo y porque puede llevar al desgaste. Desde la UJI podemos seguir preparando la programación, sin embargo, hace falta alguien que realice las actividades físicamente en el Menador", señala Lázaro. De este modo, el planteamiento inicial sería el de contratar únicamente a una o dos personas que se dedicasen a trasladar y dar forma a las ideas de ambas instituciones, en el espacio. Por ello, todavía habría personal externo que se involucraría en tareas tales como el montaje audiovisual. "En principio queremos una apuesta prudente, en el sentido que somos conscientes de toda la faena que comporta suministrar el mantenimiento del Menador, pero a la vez, prudentes en la dedicación de medios", añade la vicerrectora, quien alega que "no se puede empezar por lo alto".  "Si este primer documento es idóneo tiraremos hacia delante; sino, borrón y vuelta nueva", concluye.