CASTELLÓ (EFE). El número de empleados públicos de la Administración General del Estado (AGE) en situación de aislamiento por el COVID-19 se ha situado en 1.931 en la última semana, frente a 2.373 aislados la pasada, lo que supone una reducción del 18,6 %. Hace un mes, los empleados públicos aislados por la pandemia alcanzaron los 4.226, y hace dos meses, 6.203.
Según ha informado este sábado el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, en la última semana del estado de alarma, y a dos días de entrar en la nueva normalidad, la Administración General del Estado registra "prácticamente equilibrio" entre el personal que continúa trabajando en modalidades no presenciales y el que lo hace de forma presencial.
En concreto, el 46,97 % del personal de la AGE trabaja a distancia (84.161 trabajadores), y el 46,37 % (83.086 personas) de forma presencial. Hace un mes, solo 46.618 efectivos de la AGE trabajaban de forma presencial. En la actualidad, ocupan su puesto habitual de trabajo un 78 % más.
En su nota, el ministerio también ha destacado que la administración ha seguido funcionando, y desde el 10 de marzo en la AGE se han registrado 148.727 reuniones virtuales y se han celebrado 6.306 cursos no presenciales, casi tres veces más que los cursos que se han tenido que aplazar, que suman 2.169.
Por otro lado, de las 3.081 oficinas de atención presencial de la AGE, 2.774 cuentan con cita previa y, de estas, 1.509, más de la mitad, están ya abiertas.
Por último, la nota detalla que 1.026 empleados públicos colaboran de forma voluntaria en trabajos sociosanitarios y con colectivos vulnerables.
A mediados de abril los voluntarios eran 406. Dos meses después han aumentado un 153 %.