CASTELLÓ. Ocho años después de la constitución del Pacto de la Cerámica por el empleo, nacido al albur de la crisis económica y de las elevadas tasas de paro que asoló el triángulo del azulejo en Castellón, el consorcio que arrancó con el apoyo de un total de 22 ayuntamientos, pierde otro de sus contribuyentes natos: Vila-real. El nuevo concejal de Economía de esta localidad, Xus Madrigal, anunciaba este jueves que la ciudad abandonaba este organismo, en el que también están presentes los sindicatos CCOO y UGT.
Con sede en la casa de cultura de Onda, un municipio hoy gobernado por el PP, el equipo de gobierno socialista de Vila-real ha dado por terminada su relación con el consorcio y su determinación a dejar de aportar los más de 40.000 euros que venía incorporando a la caja común de una entidad en la que aún quedan los ayuntamientos de Onda, l'Alcora, Betxí, Almassora, Burriana, Costur, La Pobla Tornesa, Sant Joan de Moró y Vilafamés, además de la representación sindical o la ya extinta Confederación de Empresarios de Castellón (CEC).
El Pacto de la Cerámica por el empleo surgió a raíz de la crisis económica y las consecuencias que trajo consigo en el tejido castellonense, como ocurrió en la industria del azulejo o en la construcción, principalmente. La finalidad del pacto era aportar soluciones mediante la promoción de políticas activas de empleo con el objetivo de mejorar el tejido socio-económico de la zona afectada.
La marcha de Vila-real y los argumentos esgrimidos para justificar esta decisión -con un reproche claro al Consell por la caída en sus aportaciones- han puesto la continuidad de este consorcio gestor en un momento muy difícil para afianzar su continuidad, pese a los logros obtenidos especialmente dirigidos a fomentar la formación para desempleados, la promoción del emprendimiento, los cursos en materia de colocación de revestimientos cerámicos y las ayudas para la contratación de personas desempleadas.
El consorcio territorial cuenta para este año con un presupuesto de 186.258 euros, lo que supone un 21% más que en el ejercicio anterior. En cuanto a su impacto en la ciudad de Vila-real, según información del propio equipo de gobierno, el consorcio ha beneficiado a más de un centenar de emprendedores de este municipio, además de medio centenar de negocios a lo largo de estos años, según el último balance municipal. En total se han atendido a más de 300 vecinos en Vila-real. A nivel de consorcio han sido 866 las personas y negocios atendidos. Otra de las iniciativas que se han tomado al amparo de este pacto territorial por el empleo ha sido un pionero sistema de apoyo para asegurar el relevo generacional en las empresas o un cambio de orientación profesional, según el balance expuesto en su día por el ayuntamiento vila-realense que, finalmente, ha resuelto, abandonar el programa señalando el "fracaso" del organismo y con el fin de gestionar de manera "más eficaz" los 40.000 euros de su aportación anual.