CASTELLÓ. (EP). El Paisaje Protegido de la Desembocadura del Millars, formado por los Ayuntamientos de Burriana, Almassora, Vila-real, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana, se ha quedado sin un caudal de agua permanente desde el azud comunitario o de Almassora hasta la desembocadura con el Mediterráneo.
Este hecho ha provocado que centenares de peces hayan quedado atrapados en las numerosas balsas que se han formado en el tramo final de la desembocadura, específicamente desde el azud comunitario hasta les goles del Millars, según ha informado el Consorcio en un comunicado.
Durante estos días ha sido habitual observar a cientos de aves acuáticas como las garzas reales -Arde cinera-, las garcetas comunes -Egretta garzetta-, las garcillas bueyeras -Bubulcus ibis-, las garzas blancas -Egretta alba- y varias especies de gaviotas dándose un "gran festín" con los peces que han ido quedando atrapados en las balsas de agua.
Los 14 kilómetros que forman el Paisaje Protegido de la Desembocadura del Millars habían llevado un flujo constante de agua durante los últimos 4 meses, una situación "extraordinaria" que no se producía desde hacía más de un año. Esta circunstancia se había convertido en un "hecho excepcional" desde el azud Comunitario, ubicado en el paraje de Santa Quiteria, hasta el límite con la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Almassora (EDAR-Almassora), ya que normalmente el Millars transcurre seco por este tramo en concreto.
La fauna piscícola había sido una de las grandes beneficiadas de que el río Millars llevara agua de manera ininterrumpida durante todo el verano desde el embalse de Sitjar en Onda hasta el mismo Mediterráneo. Durante este período diferentes especies de peces han podido moverse libremente por los últimos 14 kilómetros de río, asentándose en nuevos tramos fluviales. Algunos peces migradores habían sido otros de los grandes beneficiados por el hecho de que el Millars llegara con agua hasta el mar.