CASTELLÓ. La derrota del Peñíscola FS en la pista del Betis no ha tenido consecuencias definitivas en las aspiraciones de permanencia de los del Baix Maestrat gracias a que el Burela, que le precede en la clasificación, también pinchó este martes.
Sin embargo, el resultado obtenido en Sevilla complica aún más la situación de los peñiscolanos, que ahora disponen de solo dos partidos para remontar en la tabla.
El equipo de Carlos Sánchez, que sigue en zona de descenso, no depende de sí mismo para salir de ese pozo, toda vez que está a dos puntos del equipo gallego, que es el que marca la zona de promoción. Además, los lucenses tienen dos partidos menos, por lo que pueden permitirse dos derrotas en las jornadas que restan.
Así pues, el Peñíscola no solo tiene que ganar sus dos últimos encuentros, sino esperar los tropiezos del Burela. El factor que alimenta esperanzas en los del Baix Maestrat es que uno de sus partidos es, precisamente ante el Burela. Será este martes, en el Pabellón Municipal. Si los peñiscolanos pierden ese choque, dirán adiós a la Primera División de forma matemática. Pero si lo ganan, reducirán el margen de error de los gallegos.
Antes de ese partido, el Burela se enfrenta al Ribera Navarra, que opta a los play off por el título después de ganar sus cinco últimos encuentros. Ese choque marcará las posibilidades de los de Carlos Sánchez en la recta final de la Liga
Si el Peñíscola llega con opciones de salvación a la última jornada, se la jugará ante el colista de la tabla, el ya descendido Antequera.