CASTELLÓ. El mes de enero ha dejado un balance desolador en Castellón. Las consecuencias de unas Navidades relajadas, tanto desde las instituciones como en lo que respecta a las decisiones individuales, han sido catastróficas en una provincia que hasta el cambio de año había sorteado con una afección relativa, si se compara con otras zonas, la pandemia.
Y la peor parte se la han llevado prácticamente doscientas personas que han dejado de respirar en los hospitales castellonenses. Casi doscientas vidas, más de la mitad de las muertes registradas hasta Nochevieja, se ha cobrado el mes de enero en las comarcas castellonenses.
La cifra no es exacta porque la Conselleria de Sanidad no la ofreció al cierre de 2020. El último dato provincializado de decesos es del 29 de diciembre. Y no fue hasta el día 3 cuando volvió a ofrecer este registro. En aquel martes 29 de diciembre eran 383 los castellonenses fallecidos. El último dato, de este lunes 1 febrero, contabiliza 585.
No en vano, en las últimas semanas se ha disparado la cantidad de muertes comunicadas por la conselleria. En la provincia prácticamente no hay día que no ronden la decena (cuando no la superan) y en la Comunitat siempre están cerca del centenar. Números que no lo son solo... y deberían hacernos temblar a todos.
Todo, después de que a mediados de enero, cuando comenzaron a hacerse visibles las consecuencias de Nochevieja, empezasen a dispararse los contagios y las muertes, en unas cifras que ahora parecen muy lejanas.