VALÈNCIA. El concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castelló Vicent Sales volvió a pedir en Pleno explicaciones a la alcaldesa Amparo Marco por la retirada de la Cruz del Ribalta, el pasado 4 de enero, “asestando un duro golpe a la convivencia pacífica y al respeto de las libertades de esta ciudad”.
“Los castellonenses merecen saber la verdad, le pedimos que les explique a ellos cómo es posible que en base a la misma ley de Memoria Histórica los alcaldes de Vila-real, también socialista, y de Monforte del Cid, de Izquierda Unida, mantengan cruces como la que su gobierno eliminó del Parque Ribalta. Mientras unos respetan, otros generan enfrentamiento social, gastándose además 80.000 euros de todos los castellonenses que fue lo que costó eliminar la Cruz del Ribalta para que este espacio, declarado Bien de Interés Cultural, no esté hoy mejor cuidado que antes ”, ha señalado.
Y considera del “todo incomprensible que la alcaldesa socialista de Castelló tolerara semejante acto de revanchismo e intolerancia hacia un símbolo de concordia y respeto de todas las sensibilidades de esta ciudad. Desde que hay democracia, nunca se había atacado un símbolo religioso ni se había estigmatizado una manera de pensar como se ha hecho”.
"Ni la cruz molestaba, ni su objetivo prioritario era restaurar el parque Ribalta a la vista de lo abandonado que está después de tres semanas desde que eliminaran la cruz y el monumento, obra del arquitecto Maristany, que fue resignificada por acuerdo plenario de 31 de mayo de 1979, para rendir homenaje a todas las víctimas de la violencia, igual que lo fue el ángel y la cruz de Ortells, en Vila-real. Esta manera de actuar solo atiende al fanatismo y al sectarismo de quienes gobiernan la ciudad”, añade.
"Hay bocas de riego días y días perdiendo agua, como denunciaron los vecinos la semana pasada. Del parque Ribalta al gobierno municipal solo le interesaba sacar la cruz”, lamenta. Sales ha instado a Marco a contestar si se siente orgullosa con su acción de gobierno en esta materia, “habiendo provocado un agrio enfrentamiento entre vecinos con la retirada de la Cruz del Ribalta que desencadenó imágenes bochornosas de ocio e insultos que no deben volver a repetirse”. “La alcaldesa y sus socios deben gobernar para toda la ciudad, aunque es evidente, con hechos como éste que solo gobiernan pensando en unos pocos”, concluye.
