CASTELLÓ. El portavoz adjunto del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castelló, Sergio Toledo, denuncia que "la primera acción del gobierno municipal de PSOE, Compromís y Podemos en el año 2023 responda únicamente a su sectarismo político. Una mayoría de castellonenses no pide eliminar la Cruz Ribalta, lo que pide son ayudas para llenar la nevera", señala. Toledo anuncia que se concentrarán mañana a las 12.30 horas frente al monumento en señal de protesta.
"La cruz del Ribalta, que fue resignificada en 1979 para rendir homenaje a todas las víctimas de la violencia, debe quedarse donde está y no reabrir las heridas del pasado, como pretende el gobierno municipal utilizando además los días de Navidad para dar cumplimiento a sus intereses partidistas, no velando por el interés general de todos los castellonenses. Esta división de los castellonenses, volviendo a los bandos, ya la vimos el pasado mes de agosto con el intento fallido de la retirada de la cruz. Es una muestra más de un gobierno insensible y ajeno a las necesidades reales de los vecinos", apunta Toledo.
"Los más de 71.000 euros que cuesta su retirada y que vamos a sufragar todos los castellonenses, sin que muchas familias estén de acuerdo, serían más provechosos ayudando a las familias a llegar a fin de mes con la subida del coste de la vida, primero por los efectos de la pandemia y después por la crisis inflacionista que ha encarecido la cesta de la compra un 14% respecto al año pasado. Un dinero que sería mejor invertido, además, en necesidades que sí priorizan los castellonenses, como el asfaltado de calles", explica.
El Partido Popular lamenta "el sainete en que el que el gobierno de Amparo Marco ha convertido la retirada de la cruz del Ribalta. "Una polémica más del todo innecesaria teniendo en cuenta que la Cruz del Ribalta fue resignificada por acuerdo plenario en 1979 para rendir homenaje a todas las víctimas de la violencia, por tanto no incumple ninguna ley y los elevados impuestos que el el gobierno recauda de los castellonenses deberían revertir en mejorar la calidad de vida de los vecinos. La retirada de la Cruz no cumple con este objetivo", concluye.
