CASTELLÓ. El Partido Popular reclama a la Diputación provincial que ponga en marcha un plan que sirva para que se pueda garantizar la supervivencia de las farmacias rurales de la provincia. Las farmacias de municipios pequeños del interior se están enfrentando a un problema grave como es la pérdida de clientes por la marcha de vecinos, acompañada de que se les exige el cumplimiento de varias cuestiones que no pueden.
El PP se ha reunido con representantes de estas farmacias VEC (Viabilidad Económica Comprometida) que son 26 en la provincia de Castellón. La presidenta del grupo popular, Elena Vicente-Ruiz, explica que "debemos asumir que el hecho de que un pueblo tenga su farmacia es garantía de que el pueblo consolide su población", ya que "ofrecen un servicio esencial para una población que en muchas ocasiones es gente mayor", señala.
Además de la falta de recursos, estas farmacias se enfrentan a problemas graves como que no pueden pasar las recetas electrónicas ante la falta de internet, lo que les genera inseguridad, que no pueden sufragar los gastos de alquiler, luz o agua, y que necesitan de un apoyo específico para poder seguir abiertas.
"En caso contrario, abocamos al cierre a estas farmacias que ofrecen un servicio básico esencial". Por ello, la diputada propone que "si de verdad creemos en luchar contra la despoblación tenemos que superar problemas como éste" y ponerse al lado de estas farmacias asechadas por gastos y pocos ingresos por falta de población. "Desde la Diputación se les puede ayudar en pagar los gastos, en ofrecer un plan de internet sólido para su trabajo y desarrollar convenios con residencias para que puedan trabajar y mantener sus despachos abiertos", ya que "si cierran estas farmacias, abocamos al cierre de los pueblos".