los populares se quedan sin el escudo de egea y deben cambiar a marchas forzadas

El PPCS cambia de piel (de nuevo)

23/02/2022 - 

CASTELLÓ. La estrepitosa caída del hasta ahora secretario general del PP nacional, Teodoro García-Egea, y la más que probable dimisión de Pablo Casado han obligado a la dirección provincial de Castellón a recorrer una especie de camino de vuelta para poder reposicionarse.

De la actual cúpula, solo Begoña Carrasco y el secretario general, Salvador Aguilella, hicieron una apuesta desde el principio de los tiempos por Pablo Casado en las primarias nacionales. El resto avalaron a la candidata que defendía la dirección provincial de entonces, Soraya Saéz de Santamaría

Sin embargo, con Pablo Casado ya asentado como presidente nacional se convirtió desde el minuto cero en el presidente de todos los populares. A ello se añade que la intersección de Génova, sobre todo de Egea, fue fundamental para lograr el cambio en la provincia de Castellón y que Marta Barrachina sea hoy por hoy presidenta provincial. 

Una de las grandes obsesiones de los cuadros del PP nacional era controlar el partido. El ya exsecretario general apostó por cambiar el poder territorial del Partido Popular que, históricamente, había estado en manos de los barones regionales. Para eso modificaron el orden de los congresos, siendo las primeras renovaciones en las provincias y por último los regionales. Para ello, se empezó una desestabilización de prácticamente todas las provincias de España para, después, controlar a los presidentes regionales. Estas maniobras abrieron conflictos en prácticamente todas las comunidades autónomas, desde Galicia a Andalucía, Castilla y León, Castilla la Mancha y, por supuesto, el conflicto madrileño.

En el caso de la Comunitat Valenciana, Egea apostaba por Carlos Mazón que tras las elecciones locales se había convertido en presidente de la Diputación de Alicante con una inteligente operación del 'zaplanismo', como sustituto de Isabel Bonig. Egea orquestó toda una operación para derribar a la presidenta regional quien aseguraba, siempre que se le preguntaba, que iba a optar a la reelección. De hecho, ella tenía el compromiso de Pablo Casado de que ella era la candidata de Génova. 

 

La dimisión de José Císcar, presidente del PP de Alicante, abrió la puerta a toda la maniobra. Con la provincia de Valencia rota, se apostó por un perfil 100% cercano a Teo: Vicente Mompó y se inició la búsqueda de un perfil similar en Castellón, que fue el de Marta Barrachina. Una vez Egea tuvo atado el acuerdo de María José Catalá, en cuestión de días la exalcaldesa de la Vall d'Uixó anunciaba su renuncia acosada por el hoy caído secretario general. 

Catellón, territorio Teo

Desde entonces, Castellón se ha convertido en territorio controlado por Egea hasta ayer mismo. El de Murcia fue la estrella invitada en el congreso provincial de Castellón y hace escasas semanas visitó la provincia para inaugurar la sede local que la agrupación local tiene en la calle Gobernador. La comunicación del ya caído García-Egea con Castellón era constante e, incluso, les orientaba en decisiones domésticas peliagudas. 

De ahí que muchos críticos comparen el comportamiento de Egea hacia Ayuso con algunas divisiones internas de la provincia, como Onda, Burriana o Almenara. 

Pero, en realidad, la cúpula del PPCS lleva días marcando distancias para intentar resituarse ante el nuevo escenario. Aunque el jueves, ante la primera explosión, la directiva salió en defensa de Pablo Casado, con el pasar de los días y la gravedad de la situación han ido modulando el discurso hasta reclamar un congreso extraordinario. 

De hecho, tal y como aseguraba el PP a través del periódico 'Castellón Información', la presidenta provincial, Marta Barrachina, había decidido no acudir a la reunión propuesta por Egea -además tenía agenda en Castellón con varios compromisos- ni tampoco la secretaria general del Senado, Salomé Pradas

Al parecer, pese a que el todopoderoso Egea era el escudo del PPCS, incluso algunos acusaron a Isabel Díaz Ayuso de "personalista", el devenir de los días les ha hecho cambiar de opinión, además de la evidente caída de la dirección nacional y las llamadas entre los barones, entre los que se encuentra Carlos Mazón. De esta forma, el PPCS se ve obligado a cambiar de piel de nuevo para reubicarse ante el terremoto interno sufrido en el seno del Partido Popular. 


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