VILA-REAL (EFE). El Villarreal ha cerrado el primer tercio de campeonato liguero con catorce puntos en trece jornadas, una media que de mantener en el resto de competición tan solo le serviría para mantener la categoría con apuros.
El equipo de Javier Calleja ha firmado el que ha sido el peor arranque de su historia en Primera División, con una trayectoria en la que destaca sobre todo sus resultados como local, que han sido también los más negativos en la máxima categoría del fútbol español.
Así, la victoria de este pasado domingo con el Betis ponía fin a su peor racha de resultados en casa al acumular seis jornadas sin ganar, además de que esta victoria suponía dejar atrás una serie de siete partidos de Liga sin sumar los tres puntos.
En la actualidad, el Villarreal es decimosexto y pese a esta victoria en su partido más reciente, de no mejorar sus registros y su media de puntos, el equipo sumaría algo más de cuarenta puntos, lo que le permitiría salvar el descenso pero de manera muy justa.
Además, los objetivos de un club que cuenta con más de cien millones de presupuesto estaban centrados en mantener su habitual lucha por las plazas europeas.
Entre las carencias que se ha encontrado el Villarreal de Calleja se encuentran su falta de seguridad defensiva y los problemas para acertar en las ocasiones de gol que genera a pesar de contar con jugadores ofensivos de la talla de Gerard Moreno, Carlos Bacca, Toko Ekambi y Nico Sansone.
Con 13 goles marcados en los mismos partidos, los castellonenses suman una media de un solo gol por encuentro, lo que supone una de las peores medias de su historia en este arranque, a lo que se une que han recibido 14 goles, que no es un mal registro pero que supera el de goles marcados.
El Villarreal arrancó con un sistema en rombo y un 4-4-2 con el que había trabajado en pretemporada, pero a pesar de jugar bien la falta de pegada y los errores en defensa le hizo perder sus tres primeros partidos en casa.
Esas derrotas y las lesiones de jugadores de peso, sobre todo en el medio centro, todavía dificultaron más esa forma de jugar y minaron la moral del equipo.
Tras esas dudas con las derrotas en casa, con equipos como Real Sociedad, Girona y Valladolid, el equipo reaccionó ganando en Bilbao y Leganés con solvencia y empatando con el Atlético de Madrid pero tras estos resultados regresaron las dudas, con un equipo que no pudo ganar al Valencia con un jugador más y que perdió bien con el Espanyol o que cayó derrotado con el Alavés.
El equipo evidenciaba dudas y muchos nervios, lo que obligó a Calleja a cambiar de sistema y de jugadores, lo que ha sido una de las claves de la tímida reacción de los castellonenses que suman ahora tres partidos sin perder, al empatar con Rayo y Levante y ganar en casa al Betis por primera vez en la temporada.
En este tramo de competición ha destacado la irrupción del joven Samu Chukweze, que ha sido el revulsivo para los de Calleja, al aprovechar su velocidad, facilidad para desequilibrar y su facilidad anotadora.
Esa aparición y la mejora de jugadores como Gerard Moreno, pueden ser fundamentales para acabar con los problemas con el gol y que los resultados lleguen para cambiar su dinámicas de resultados para tratar de acercarse a los puestos nobles de la clasificación