CASTELLÓ. El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Castelló ha denunciado la "verdadera cara del Partido Popular, que no duda en atacar a todo el mundo cuando cierra un establecimiento en el centro de la ciudad. La realidad es que es el PP el verdadero culpable de dejar abandonado el comercio tradicional al ponerle la alfombra roja a las grandes superficie".
Patricia Puerta, portavoz socialista, asegura que la alcaldesa, Begoña Carrasco, "es el verdadero rostro de la demagogia, capaz de hacerse una foto delante de un comercio que baja la persiana para culparnos a los demás de la situación, cuando todos sabemos que, si ha habido alguien que ha fomentado el abandono del centro, ha sido el Partido Popular con sus políticas especulativas".
El último ejemplo se ha podido ver en la reunión mantenida este lunes por la exconcejala popular de Castelló y actual consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, con los representantes de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, encuentro en el que ha mostrado el compromiso del Consell por dotarles de las mejores herramientas para su expansión.
Según señala Puerta, "todos tenemos claro que debe invertirse en nuestro territorio, faltaría más, pero es de una desvergüenza absoluta que Begoña Carrasco vaya a hacerse fotos con sus lágrimas de cocodrilo ante locales del centro de Castelló porque cierran y, después, veamos cómo su compañera Pradas lo primero que hace es abrirle las puertas a las grandes superficies".
La alcaldesa, tal y como recalca la portavoz socialista, "no hace más que el ridículo, presentándose como la salvadora del comercio y anunciando que iba a negociar con Zara para intentar salvar el cierre de la empresas, entidad que todos vimos que le dio con la puerta en las narices".
Puerta insiste en que "la ciudadanía, los comerciantes de Castelló, deben saber que estamos hablando del Partido Popular, que durante varios años ha sido el responsable de este gobierno municipal, una época marcada por proyectos fantasma y por abrir las puertas a los centros de la periferia y dejar abandonado el comercio tradicional".