CASTELLÓ. "Mejorar la conectividad, dotar de las necesarias infraestructuras digitales al mundo rural y dar una respuesta eficiente a las averías", son algunos de los retos compartidos por los municipios del interior en su lucha contra la despoblación. Por este motivo, la Ejecutiva Provincial del PSPV-PSOE en Castellón ha aprobado una resolución en que urge al Gobierno central, a las administraciones competentes y a las empresas operadoras de telecomunicaciones a adoptar medidas para reducir la brecha digital y avanzar en el ‘Smart Rural’.
El secretario general del PSPV-PSOE en la provincia de Castellón, Ernest Blanch, reclama “una acción positiva en las zonas de interior para superar las deficiencias de cobertura y asegurar una respuesta ágil en caso de avería”. La resolución socialista pide al Gobierno central y a las administraciones competentes que “lideren la lucha contra la brecha digital y procuren generar protocolos de actuación ágil en caso de avería para evitar desconexiones telecomunicativas, en especial en el interior, así como la articulación de un plan para eliminar zonas de penumbra que todavía tienen algunos pueblos con un grave retraso de oferta, incluso de existencia del mínimo servicio”.
Pero la solución debe contar con las operadoras. Así, el PSPV también reclama a las empresas de telecomunicaciones que sean parte de la solución para garantizar la calidad del servicio en todo el territorio y para ofrecer una respuesta ágil en caso de avería y evitar situaciones como las que han vivido este verano en poblaciones del Alto Mijares, pero que son extensivas a otras comarcas. “Quedarse sin cobertura móvil o sin acceso a internet es una desconexión muy importante que puede tener repercusiones muy negativas en el ámbito turístico, empresarial o personal”, subraya Ernest Blanch.
La Ejecutiva Provincial ha acordado hacer extensiva esta resolución al PSPV-PSOE, responsables institucionales, a las agrupaciones locales y comarcales, y grupos municipales del territorio para que sumen a esta petición.
Blanch reivindica, por último, la necesidad de impulsar un nuevo concepto de ruralidad como sinónimo de bienestar, salud y calidad de vida “del que la tecnología debe formar parte para garantizar el acceso a los mismos servicios se vida donde se viva”.