CASTELLÓ. PSPV y Compromís han mantenido este jueves la primera reunión de negociación para la formación de un nuevo gobierno en la Diputación de Castellón, pues ambos actores están por la labor de buscar una alianza que garantice la mayoría absoluta. El encuentro ha servido para intercambiar posturas sobre el modelo de institución que quieren proyectar, con un mayor protagonismo de los pueblos en la toma de decisiones. El qué parece fácil de consensuar, pero el quién, no tanto. No está entre los planes del PSPV otorgar una vicepresidencia a Compromís, aunque mantiene todas las opciones abiertas.
La Diputación ha tenido dos vicepresidencias en la última etapa del popular Javier Moliner, pero en tiempos de Carlos Fabra llegó a repartir seis. Además de la visibilidad institucional que supone, el puesto viene acompañado de un sueldo significativamente superior al del resto de diputados del equipo de gobierno. Según lo acordado en el pasado mandato, los vicepresidentes cobran 56.000 euros brutos anuales con una dedicación mínima del 70 por ciento, 12.000 euros más que el resto de miembros del gobierno, con un 55 por ciento de dedicación.
El PSPV no tiene intención de ampliar el número actual de vicepresidencias, pues considera innecesario ensanchar la estructura. Y en ese esquema, señalan, solo tiene cabida la representación socialista, en virtud de su incontestable mayoría -tiene 12 diputados, frente a los 2 de Compromís-. Tania Baños, Patricia Puerta o Ximo Huguet son los nombres que más suenan para estos puestos. En cualquier caso, las conversaciones a nivel provincial están abiertas, por lo que el PSPV no descarta ningún escenario.
Por su parte, Compromís irá a máximos en la negociación: pugnará por una representación de peso y, entre sus pretensiones, está la vicepresidencia y áreas de gobierno importantes. Ignasi Garcia sería con toda probabilidad el aspirante al cargo, obteniendo así en la Diputación un espacio institucional que los socialistas le han negado en el consistorio, al eliminar la vicealcaldía.
No obstante, las negociaciones no han entrado aún en esa fase. La reunión bilateral que han mantenido este jueves en València se ha ceñido al modelo de funcionamiento. "La Diputación del cambio", según la han acuñado, pretende poner en el centro de la toma de decisiones a los municipios. La idea que, en principio, ambas fuerzas comparten es que sean los pueblos los que decidan dónde quieren invertir los recursos procedentes de la institución provincial.
Se trata de un modelo de concertación, en el que los municipios podrán determinar en qué obras y servicios quieren gastarse el dinero, mientras que la Diputación ejercerá un papel fiscalizador sobre el correcto uso de las ayudas. El objetivo, según señalan fuentes socialistas, es romper con el modelo de gobierno provincial impulsado por el PP, en el que los municipios desempeñaban un rol subalterno.
Desde Compromís, apuntan, además, que la idea es estrechar lazos de colaboración con la Generalitat y evitar que la Diputación se convierta en contrapoder del gobierno autonómico, como ha sucedido en los últimos tiempos, en los que ambas instituciones han protagonizado sonoras discrepancias.
Los eventuales socios de gobierno trabajarán ahora en un documento en común para presentarlo a la mesa de negociación que se reunirá el próximo martes en la sede del PSPV de Castelló. La comisión socialista está encabezada por el secretario de Relaciones Institucionales del PSPV, Carlos Fernández Bielsa; el secretario general provincial del partido, Ernest Blanch, y el vicesecretario, Germán Renau. Al frente de la de Compromís están los miembros de la dirección de la coalición Enric Nomdedéu y Carles Mulet, además de la diputada Belén Bachero.