VIENA (EFE). El Salzburgo austríaco y el Villarreal se medirán en la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Liga Europa con el precedente de la ronda superada por el equipo castellonense en el emparejamiento de la temporada 2014-2015, a esta misma altura de la competición. Entonces y a diferencia de esta vez, el Villarreal afrontó el encuentro de ida como local y se impuso por 2-0 . En la vuelta también ganó, en esta ocasión por 1-3.
Con anterioridad ambos equipos, en la campaña 2009-2010, habían compartido grupo en esta competición y ambos lograron la clasificación, el Salzburgo como primero y el Villarreal, como segundo. En los partidos entre ellos ganaron los locales, por 2-0 en casa y por 0-1 en terreno español.
Ahora el Salzburgo se enfrenta al principal problema de suplir la baja del cerebro ofensivo húngaro Dominik Szoboszlai (20), quien ha confirmado en las últimas horas su marcha del club austríaco en el mercado de invierno. El equipo llega a la Europa League tras la derrota contra el Atlético de Madrid en la Liga de Campeones, que les dejó a las puertas de convertirse en el primer equipo austríaco en clasificarse para los octavos de la máxima competición continental.
A pesar de la derrota, el Salzburgo dominó gran parte del encuentro y generó dieciocho ocasiones de gol y estrelló dos balones al palo contra una de las mejores defensas de Europa.
La derrota se produjo debido a los problemas del equipo en defensa, especialmente a la hora de replegarse y en los balones parados, y que supone el aspecto más débil del siempre ofensivo Salzburgo.
Con una plantilla muy joven (23'7 años de media) y muchos canteranos que son conscientes de que las competiciones europeas son el escaparte idóneo para que los grandes se fijen en ellos, los austríacos afrontarán el choque sin su principal baza ofensiva y con un fútbol basado en la intensidad, presión y velocidad.
La joven promesa húngara ha marcado 6 goles y repartido 10 asistencias en la Bundesliga y la Champions, lo que le ha convertido en objeto de deseo de los principales equipos de Europa, incluido el Real Madrid, aunque todo parece indicar, a falta de confirmación oficial, que recalará en el hermano mayor del Salzburgo, el RB Leizpig.
El internacional húngaro confirmó ayer a la televisión Sky Austria que abandona el Salzburgo en el mercado de invierno, pero no dijo cuál es el club de destino. "Todavía no he tomado una decisión", aseguró.
Más allá de Szoboszlai, en el equipo destacan nombres propios como Mërgim Berisha, quien sustituyó hace un año a Haaland como delantero del equipo. En la Liga de Campeones Berisha ha conseguido marcar 5 goles y es el último ejemplo de que el club tiene una enorme capacidad para regenerarse.
Sin embargo, las continuas ventas de sus jugadores de referencia, hacen que para el equipo dirigido por el estadounidense Jesse Marsch, un hombre que llegó en 2019 a Austria tras pasar por las filiales de Red Bull en Nueva York y Leizpig, sea muy complicado optar a hacer algo importante en Europa.
La política de formación de jugadores del club, que se basa en la producción de promesas para su venta, ha frenado las aspiraciones europeas del club austríaco, del que han salido recientemente estrellas como Mané, Keita, Haaland, Upamecano o Haidara.
La posible venta de Szoboszlai al Leizpig haría que el húngaro se uniera a Upamecano y a Haidara en Alemania, y parece confirmar que en los planes de Red Bull la prioridad es convertir al Leizpig en un grande de Europa, dejando al Salzburgo como espacio de formación de jugadores. Jesse Marsch ha mantenido el estilo ofensivo del equipo, jugando a veces con tres defensas y una presión arriba muy intensa y con un gran despliegue físico.
El problema principal del Salzburgo es que cuando juega contra equipos de contrastada calidad que logran superar esa presión, sus desajustes defensivos les suele costar derrotas que ensombrecen las demás virtudes de la escuadra.
Desde que la empresa de bebidas energéticas lo comprara en 2005, el RB Salzburgo ha pasado de ser un equipo con pocos éxitos a lo largo de su historia a dominar con mano de hierro la Bundesliga austriaca, que ha ganado once veces en los últimos quince años. Este dominio continua este año, en el que el club lidera la tabla con 25 puntos, dos más que el segundo clasificado, con ocho victorias, un empate y dos derrotas y la friolera de 37 goles a favor en tan sólo 11 partidos.